El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha anunciado hoy que ha llamado a consultas al embajador español en Caracas, Antonio Pérez Hernández, ante las ultimas declaraciones de Nicolás Maduro y la decisión del Parlamento venezolano de declarar persona non grata a Felipe González tras anunciar que defenderá a los opositores.
Así lo ha puesto de manifiesto el titular de Exteriores en declaraciones a los periodistas tras intervenir en el pleno del Congreso al ser preguntado por las última declaraciones del presidente venezolano.
Maduro ha acusado al Gobierno español de “apoyar al terrorismo” en el país, así como de formar parte de una “conjura internacional” para derrocarlo, y ha anunciado que prepara una respuesta “muy contundente”.
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Aunque la relación entre ambos países ha sido constante en los últimos meses, la última vez que uno de los dos Gobiernos llamó a consultas a su embajador fue en octubre de 2004. En aquella ocasión, fue Caracas quien reclamó el regreso de su representante diplomático. La medida respondió a la “revisión” de las relaciones diplomáticas con España decidida por Maduro en respuesta al apoyo de Rajoy al dirigente opositor Leopoldo López. López sigue preso en una cárcel venezolana desde febrero del pasado año.
Otro episodio reciente de tensión tuvo lugar hace apenas una semana. Entonces, los Gobiernos de España y Venezuela convocaron a sus respectivos embajadores, el de Caracas en Madrid y viceversa, para presentarse sus protestas formales.
A diferencia de esta medida, la llamada a consultas supone un escalón más en el conflicto. Esta herramienta diplomática equivale a una retirada temporal del embajador durante un periodo de tiempo indeterminado. Generalmente, hasta que se considere que se ha logrado reconducir la situación o el incidente que provocó la protesta. En la escala de medidas de protesta diplomática, la llamada a consultas está un nivel por debajo de la retirada definitiva del embajador y la ruptura de relaciones diplomáticas.
