La oposición intentó llegar de nuevo este lunes a la sede de la Defensoría del Pueblo, en el centro de Caracas, y una vez más las fuerzas represivas del régimen de Nicolás Maduro lo impidieron. En rigor, la protesta, denominada La marcha de los caídos, en memoria de las 59 víctimas que ha dejado la más reciente escalada de la crónica crisis política de Venezuela, siguió el mismo libreto de siempre: concentración en las zonas que controla la oposición, al este de la capital venezolana, y una caminata por la principal autopista abortada con bombas lacrimógenas. Pero esta vez entre los afectados está el excandidato presidencial Henrique Capriles, a quien la agresión de la Guardia Nacional Bolivariana le provocó un hematoma en la mejilla izquierda. A Capriles le pegaron con un casco de motorista y recibió un puñetazo.
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Una parte de los manifestantes logró llegar hasta el centro donde también ocurrieron los choques de rigor. Pero la viñeta más espectacular de la jornada la ha entregado el diputado opositor de Primero Justicia, Carlos Paparoni, al desafiar a uno de los equipos antimotines de la Guardia Nacional Bolivariana. Un vídeo que circuló en las redes sociales captó el instante cuando un chorro de agua tumbó al parlamentario. Paparoni ha recibido atención médica porque al caer se rompió la cabeza y sufrió traumatismos en un hombro.
Otros 16 miembros del equipo del gobernador del Estado de Miranda también fueron golpeados. Siete de ellos recibieron disparos de perdigones (balas de goma) y otros nueve fueron golpeados con bombas lacrimógenas, golpes con cascos de motorista y culatazos. En Twitter, Capriles denunció que sus colaboradores también fueron robados en la zona de las Mercedes, donde se refugiaron los manifestantes del asedio de la policía. Los servicios de emergencia del municipio Baruta atendieron a 147 personas, 64 de ellos por impacto de proyectiles y 12 con dislocaciones.
