La primera vez que Roy Moore se acercó a Gena Richardson ella tenía o estaba por cumplir los 18 años; él era un abogado con 30 años de edad. Ella trabajaba en el departamento masculino de una tienda Sears en un centro comercial de Alabama, en el que él ya era conocido por perseguir a las jóvenes, narra el diario The Washington Post en una nota.
“Él me dijo: ‘Puedes llamarme Roy'”, cuenta Richardson sobre esa primera vez que conversó en esa tienda en 1977 con el ahora candidato a senador por Alabama. Sus acercamientos a las mujeres que trabajaban en el lugar eran tan frecuentes que un gerente llegó a advertirles a las recién contratadas que se cuidaran del hombre.
Richardson recuerda que en esa primera charla cara a cara él le preguntó en qué escuela estudiaba y le pidió su número telefónico. Ella se negó a darle la información y le explicó que su padre era un hombre estricto y jamás la dejaría salir con él.
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Pero unos días después, mientras ella se encontraba en una clase de trigonometría en su escuela, le pidieron ir a la oficina de la dirección. Le informaron que tenía una llamada. “Dije: ¿Hola?”, cuenta la mujer y, de inmediato, le respondieron: “Gena, es Roy Moore”. El entonces abogado le preguntaba “¿qué estás haciendo?”, recuerda ella que le explicó que estaba en clase. Él la invitó a salir.
Días después, la muchacha accedió a ir al cine con él en el centro comercial luego de que ella salió del trabajo. “No quise volver a verlo”, contó la mujer. Después del cine, él se ofreció a llevarla hasta su carro y le dio un beso “a la fuerza” y que ella no deseaba.
Kayla McLaughlin, su amiga de la adolescencia y con quien trabajaba en la misma tienda por de departamentos en otra sección, confirmó al diario que recuerda cómo el entonces abogado rondaba a su amiga y comentaron el desagradable espisodio. Después cuando le veía entrar en la tienda, contó que llamaba a su amiga para que se escondiera.
