Por Raúl Mejía Santos
Por casualidad de la vida, en un evento del Partido Revolucionario Moderno en la ciudad de San Juan, Puerto Rico, conocí al doctor Ramón Ceballo, dirigente de alto perfil del estado de la Florida y la circunscripción 2. Mi simpatía por el partido opositor me llevó hasta el lugar donde se produjo un acto protocolar dándole la bienvenida al ex presidente Rafael Hipólito Mejía Domínguez.
Recuerdo haberle estrechado la mano y con una visible sonrisa su fornida figura se acercó para saludar.
El amigo Ceballos me pareció una persona afable, cordial en el trato y franco en sus expresiones, propio de alguien que proyecta bien su imagen dentro de un ambiente donde aparecen personajes de todo tipo.
No fue una conversación extensa, la euforia de los simpatizantes del ex mandatario apenas permitía entablar una conversación coherente, pero se alejó con una expresión de todo buen dominicano: “aquí a la orden”.
La noche siguió su curso, recuerdo el ambiente festivo que reinó en aquel lugar abarrotado de compatriotas oriundos de todos los rincones del país. A partir de ese momento cultivamos una estrecha relación de colaboración y amistad, que nos lleva desde el diálogo ameno, mayormente sobre la dinámica política nacional, hasta los afanes del partido al cual pertenecemos.
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Lo màs que impresiona del amigo Ceballo es su tenacidad y entrega a la lucha contra los males que nos quebrantan como sociedad, como la corrupción e impunidad que imperan en nuestro país.
Más allá de lìneas partidistas, Ceballo es dominicano y vive preocupado por los desdichados acontecimientos que sufre nuestra gente. Desde la diáspora floridiana maneja los temas nacionales y políticos con una amplia habilidad y elocuencia que pocos comparten.
Su conocimiento del partido lo convierten en un candidato idóneo para presidir el Comité Internacional del PRM. Avalamos sus pretensiones, grande fue el júbilo cuando nos enteremos de su aspiración en el próximo certamen para escoger los directivos del mayor partido opositor nacional.
Con estas palabras no busco ensalzar ni adular al doctor Ceballo, no lo necesita ni lo ha pedido, pero entendemos que la coyuntura que vive el partido y nuestro país requieren servidores públicos comprometidos con la honra y la dignidad que merece nuestro pueblo.
Gente que trace la ruta a seguir para destronar al actual mandatario y las mafias que gobiernan. Las reacciones dentro del partido han sido inmediata. Los abanderados de la institucionalidad y crecimiento del partido fueron receptivos dando la bienvenida al amigo Ceballo en su meta de alcanzar uno de los cargos internos de mayor envergadura.
Otros que se le oponen reaccionan airados. Aquellos que se creen vitalicios, que ostentan cargos de liderazgo dentro del PRM sin hacer el trabajo, ni asumir con firmeza la responsabilidad, rápido recurrieron a los epítetos y palabras soeces en un intento por denigrar al amigo. Vergüenza ajena llegamos a sentir.
Esos que son expertos echandole “jabón al sancocho” porque son amigos de “fulano” deberían entender que a los partidos políticos se va a competir de buena fé; deberían entender que los tiempos ameritan grandes ideas, carácter y un compromiso genuino que garantice el fortalecimiento del PRM, no como un partido más del monto sino una colectividad renovada capaz de brindar soluciones prácticas.