Por Ramón Mercedes
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NUEVA YORK.- Las autoridades agregaron tres millones de dólares para la educación sobre “opioides”, medicamentos que causaron la muerte a más de 1,100 personas en esta ciudad en el 2016.
El programa de educación y las opciones de tratamiento de metadona y la buprenorfina será mayor para la actual epidemia, que se ha convertido en un azote en los vecindarios de Hunts Point, Highbridge y Morrisania, donde residen cientos de familias dominicanas.
La Gran Manzana se encuentra en segundo lugar, después de Virginia, en tasa de mortalidad por el consumo de estos medicamentos.
Los opioides, a veces llamados narcóticos, son medicamentos que reducen la intensidad de los dolores que llegan y afectan las áreas del cerebro para controlar las emociones.
Los medicamentos que pertenecen a esta clase incluyen la hidrocodona (por ejemplo, la Vicodina), la oxicodona (por ejemplo, el OxyContin y el Percocet), la morfina (por ejemplo, el Kadian y la Avinza) y la codeína, entre otros.
Pueden causar efectos secundarios como somnolencia, niebla mental, náuseas, estreñimiento, respiración lenta, lo que puede conducir a muertes por sobredosis.
Sus síntomas son la cara de la persona muy pálida o si siente frío y húmedo al tacto; el cuerpo se vuelve débil; las uñas o labios tienen un color púrpura o azul; vomitar o hacer ruidos de gorgoteo; no puede despertar; es incapaz de hablar y sus latidos cardíacos se hacen más lentos o se detienen.
En la ciudad hay aproximadamente 1.800 médicos con licencia para recetar buprenorfina, que puede tomarse en casa y está más regulada que la metadona. La ciudad busca agregar 1.500 nuevos médicos, asistentes médicos y enfermeras en los próximos dos o tres años.
En 2016, más de 43,000 neoyorquinos recibieron tratamiento; de ellos, alrededor de 30 mil recibieron metadona y otros 13,600 mil recibieron buprenorfina, según datos del Departamento de Salud.
En la urbe hay 69 programas de tratamiento certificados por el estado que pueden dispensar metadona a 32,000 pacientes.
El dinero para la última campaña educativa proviene de HealingNYC, un esfuerzo de 38 millones para reducir las muertes por sobredosis de opiáceos en un 35% en cinco años.