Por JUAN T H
No me arrepiento de haber renunciado del Partido Revolucionario Moderno; al contrario, viendo como esa organización arrastra los mismos vicios y problemas que motivaron la división del Partido Revolucionario Dominicano, siento que hice lo correcto.
No puedo ser parte de un partido sin ideología ni principios programáticos que lo distingan y diferencie de los demás; un partido que un día dice una cosa y mañana otra; un partido que se fragmenta cada día más; que parece no tener rumbo, que marcha como un velero arrastrado por las olas, que no hace oposición porque su dirección es incapaz y temerosa.
El PRM es un partido electoral, es decir, un partido del sistema dirigido por grandes, medianos y pequeños empresarios, burgueses y pequeños burgueses, “arribista y trepadores” como dijera una vez Juan Bosch dirigiéndose a los del PLD.
Tan cierto es lo que digo, que el PRM se deja arrastrar por el PLD y sus bocinas participando un debate nacional sobre las primarias para ganar tiempo y no aprobar la ley electoral y de partidos. El PLD no quiere ese marco jurídico porque entiende que es afilar navaja para su garganta.
Tan cierto es lo que digo que hace algunos años el PRD Mayoritario, hoy PRM, planteaba primarias simultáneas abiertas dirigidas por la Junta Central Electoral por tener el único registro de electores confiable. Ahora dice lo contrario mostrando un nivel de incoherencia inaceptable.
El problema principal no es si las primarias son abiertas o cerradas. Creer eso es pecar de ingenuo; el problema es la aprobación de las dos leyes, primero la de la JCE y luego la de los partidos; que la misma establezca transparencia y equidad en las elecciones, que el gobierno no pueda usar los recursos del Estado, que no pueda utilizar los medios de comunicación invirtiendo 20 millones de pesos diarios en publicidad mientras la oposición no puede gastar un millón; el problema es limitar el accionar del presidente de tal modo que no pueda inaugurar obras por lo menos tres meses antes de los comicios, que no puede usar los programas sociales con fines proselitista, que no pueda publicar encuestas sesgadas dos o tres meses antes de las votaciones para condicionar el voto, etc., etc. Esos,
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entre otros, son los puntos por los cuales debe luchar la oposición. Como decía Peña Gómez, ver más allá de la curva.
El PLD lanza un caramelo y el PRM comienza a lamerlo y chuparlo con gusto como si estuviera integrado por niños y niñas. Dije en un artículo anterior que Hipólito y Luis deben unirse para fortalecer el partido a través de la unidad pensando en derrotar al PLD, que es lo principal.
Lo he dicho muchas veces, el mejor aliado de Luís es el tiempo, pero no lo entiende. Convocar una conferencia de prensa con su grupo para “echarle una vaina” a Hipólito fue un error. No fue el PRM el que habló, fue Luis y su grupo dando una muestra peligrosa de división.
Lo diré de nuevo aunque duela y moleste: Lo que se discute es simple: Si las primarias son abiertas Danilo impedirá que Leonel sea candidato. De nuevo el Estado será factor en contra del ex presidente. En el PRM no pasa lo mismo porque nadie dispone de los recursos.
Pero también es simple: con las primarias abiertas Hipólito, que tiene carisma, ángel, liderazgo, que lo conocen hasta los chinos muertos de Bonao, que se conecta fácilmente con la gente, que fue presidente de la República, le lleva ventaja a Luís que no posee esos atributos porque la naturaleza no se los dios.
Dicen que “lo que es igual no es ventaja”. No siempre. En política a veces si, a veces no.
Lo diré de nuevo aunque duela y moleste: El enemigo de Hipólito no puede ser Luis; el enemigo de Luís no puede ser Hipólito. El enemigo de ambos es el PLD, es Danilo, es Leonel. A ellos es que hay deben derrotar. Si no lo entienden, se jodieron.