En el pequeño documental “Haciendo una diferencia”, que se cierra con el logotipo “Jeb2016!”, los floridianos Berthy De La Rosa-Aponte, Miguel Manrara y Kim Donatelle ejercen de rostros de problemáticas como la pobreza, violencia doméstica y discapacidad, las cuales lograron superar gracias a las políticas que emprendió Bush en este estado.
“Dije que abordaría esos asuntos y lo hice, y el resultado es que Florida está mucho mejor”, manifestó en el video el hermano de George W. Bush, presidente entre los años 2001 y 2009, y quien llevó a Estados Unidos a la guerra con Irak.
Este 15 de junio, el republicano –que competirá con más de una docena de aspirantes por la candidatura presidencial—hablará en Miami en el Colegio Comunitario del Condado de Dade. Ha planeado para después una gira europea en la que contempla Alemania, Polonia y Estonia.
Fue en enero cuando asomó la intención de Bush de correr por la Presidencia; a partir de entonces no ha parado de viajar a lo largo del país en busca de recaudar fondos y hacerse presente y visible ante el electorado.
“Esta transición hacia una candidatura me permitirá ser más directo para exponer las competencias de liderazgo que son necesarias para que el próximo presidente arregle varias cosas”, dijo Jeb Bush en una entrevista difundida el domingo en CNN.
“Como candidato”, señaló, “haré propuestas más específicas”.
“Mis convicciones fundamentales tienen como postulado que los más vulnerables de nuestra sociedad deben ser los primeros y no los últimos, y pude poner en práctica esas convicciones cuando era gobernador”, dice Jeb Bush.
Jeb Bush, de 62 años, está casado con la mexicana-estadounidense
Columba Bush. Quizá bajo ese precedente se asiente la premisa de que apoya una reforma migratoria fraccionada, que no integral.
También
ha causado polémica. En enero pasado habló ante la Asociación Nacional de Concesionarios de Automóviles en San Francisco. Entonces señaló: “Tenemos que encontrar una manera, un camino para legalizar el estatus de los que han venido aquí y han languidecido en las sombras. No hay manera de que vayan a ser deportados. Nadie está sugiriendo un esfuerzo organizado para hacer eso. El costo sería extraordinario (…) El 40% de las personas que han venido ilegalmente llegó con una visa legal y sobrepasaron sus límites. Debemos ser capaces de encontrar dónde están y cortésmente pedirles que se vayan”.
Con miras a apuntalar sus preferencias en este electorado, nombró recientemente como director de campaña al hispano Danny Díaz, hijo de inmigrantes españoles y que ya trabajó antes para su hermano George.
Sobre el
acercamiento de Estados Unidos con Cuba, desde Chicago Bush consideró que “fue una mala negociación porque no tenemos nada de retorno. La noción de que habrá una epidemia de libertad en Cuba es falsa, incorrecta (…) Pienso que con un poco más de paciencia se habrían conseguido mejores resultados”.
Esta semana recibió el respaldo público de once congresistas federales por Florida, entre los cuales figuraron Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart y Carlos Curbelo, los tres con una base muy sólida de votantes hispanos.
“El liderazgo y la experiencia de Jeb Bush como gobernador de Florida y en el sector privado hace de él una persona excepcionalmente cualificada para restaurar el papel de liderazgo de EEUU en el mundo”, resaltó en un comunicado Curbelo, congresista por el distrito 26 del estado.
Marco Rubio, George Pataki, Lindsey Graham, Mick Huckabee, Rick Perry, Rick Santorum, Rand Paul, Ted Cruz, Ben Carson, Carly Fiorina y Scott Walker también buscan la candidatura republicana.
A pesar de que los sondeos le daban una ventaja entre los republicanos a principios de año, luego fue alcanzado por otros precandidatos, sobre todo por el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, y el senador Marco Rubio.