21 viajes de Melania Trump durante un periodo de tres meses, todos entre Nueva York, Washington y Florida, costaron a Estados Unidos más de 675.000 dólares. Ocurrió entre enero y abril de 2017, cuando ya era la primera dama pero aún no vivía en la Casa Blanca, a la que se mudó en junio de ese año. El coste duplica el coste medio por año de los viajes que hizo su predecesora, Michelle Obama, según documentos obtenidos por The Wall Street Journal.
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Mientras vivía con su hijo en la Torre Trump de Manhattan (Nueva York), esperando a que acabara el curso escolar del pequeño, Melania realizó la veintena de trayectos para cumplir con su función como primera dama pero también para sus fines de semana de descanso con el presidente. Para acomodar sus planes, los aviones de las fuerzas aéreas cumplieron otros 27 vuelos sin ella a bordo.
Entre el 17 y el 21 de febrero, dos aviones realizaron seis trayectos para Melania, aunque ella solo voló en dos de estos. El primer jet salió de Washington con destino a Nueva York, donde recogió a la primera dama y la llevó a Palm Beach, donde se encuentra el club Trump de Mar-a-Lago. Ese avión regresó al día siguiente y sin ella a bordo a Washington, donde se encuentra la base central de la Fuerza Aérea. Tres días después, el 21, otra aeronave salió de Washington para recoger a Melania en Florida y llevarla a Nueva York. Ese mismo aparato volvió esa noche a la Base de Andrews, en la capital. Esos seis desplazamientos costaron cerca de 90.000 dólares. El viaje más caro fue en abril, en un avión de larga distancia, equivalente al Boeing 757. De los tres trayectos que hizo en un día, Melania solo estuvo a bordo en uno. Coste: 107.000 dólares.
Desde la Fuerza Aérea y la Casa Blanca defienden el uso legítimo de los aviones del Gobierno. “Trabajamos de manera diligente para asegurarnos que nuestras acciones son un buen uso de los fondos públicos a la vez que atendemos los requisitos de cada misión”, afirmó al Journal Erika Yepsen, portavoz del brazo militar. Stephanie Grisham, la jefa de comunicación de Melania, también defendió la necesidad de los vuelos: “Se sabe que la primera dama vivió en Nueva York durante los primeros meses de la Administración para que su hijo acabara el colegio. Los viajes son solo un ejemplo de cómo equilibró sus tareas políticas y su vida privada”.
Sin embargo, la defensa del desembolso contrasta con las frecuentes críticas que el ahora presidente hizo a los Obama por sus costes. Trump criticó viajes de Michelle con sus hijas, en una ocasión a España y en otra a Colorado para esquiar. Un análisis de los costes promedios por año de la esposa de Obama eran de 350.000 dólares, alrededor de la mitad de lo gastado por Melania en esos tres primeros meses.
La Administración Trump, que prometió acabar con el elitismo de Washington y recortar los gastos innecesarios del Gobierno, se ha visto con polémicas también relacionadas a los jets durante el primer año. El exsecretario de Salud, Tom Price, dimitió el pasado otoño tras ser criticado por su uso innecesario de aviones gubernamentales. El titular del Tesoro, Steve Mnuchin, también se vio enredado el año pasado en polémicas similares al pedir uno de los aviones para realizar su luna de miel por Europa.