El presidente señaló que es importante respetar la importancia de la caza y el tiro deportivo para muchos estadounidenses.
“La cuestión es tan sólo si existe una forma de equilibrar esas tradiciones legítimas con algo de sentido común que impida que un joven de 21 años enfadado o confundido por algo, o que es racista, o está trastornado, vaya a una tienda de armas y de pronto vaya armado y pueda causar un daño enorme”, dijo Obama en referencia al sospechoso del crimen de Charleston, Dylan Storm Roof, al que se atribuye un manifiesto de 2.500 palabras sobre supremacía blanca. Roof está acusado de nueve cargos de asesinato en relación con el tiroteo del miércoles.
Obama ofreció la entrevista el viernes en el estudio que tiene Maron en su garaje de Los Ángeles, cerca del Occidental College al que asistió el presidente, y se mostró sorprendido por lo absurdo de la situación. “Si cuando estaba en la universidad hubiera pensado que estaría en un garaje a un par de millas de donde vivía, ofreciendo una entrevista como presidente, con un cómico (…) es imposible de imaginar”, dijo. Sin embargo, indicó que había concedido la entrevista para llegar a un público no tradicional y “romper estos viejos patrones en los que ha caído nuestra política”, y “no es esta batalla en una jaula de acero entre un bando y el otro”.
Mientras la campaña para encontrar a su sucesor calienta motores, Obama dijo creer que sería mejor candidato si volviera a presentarse, porque aunque ha bajado un poco el ritmo, “ahora sé lo que hago y no tengo miedo”.
“La he fastidiado. Me he caído en el barril por las cataratas del Niágara. Y salí y sobreviví. Y eso siempre es una sensación muy liberadora”, dijo.