Secretario de relaciones exteriores de Mexico
En un comunicado difundido este miércoles, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México advierte que el envío de efectivos de la Guardia Nacional estadounidense a la frontera común, tal como lo ha ordenado el presidente de EEUU, Donald Trump, podría suponer la militarización de la región limítrofe, un hecho que “dañaría gravemente la relación bilateral”.
Invocando razones de seguridad y mientras no exista un muro, Trump firmó este miércoles un memo con el que ordena a los Departamentos de Defensa y Seguridad Nacional coordinar entre sí el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera sur con México. El anuncio ya lo había adelantado el martes.
El secretario mexicano de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, informó que una vez conocido el anuncio conversó sobre el tema con la secretaría de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, quien le precisó que la Guardia Nacional únicamente realizará labores de apoyo al Departamento de Seguridad Interior, los efectivos no portarán ni armas ni realizarán funciones de control migratorio o aduanero.
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Nielsen le dijo a VIdegaray que el despliegue en la frontera presenta características comparables a los que se efectuaron en 2006, durante el gobierno de George W. Bush, con la operación Jump Start, y en 2010, durante la administración del presidente Barack Omaba, con la operación Phalanx.
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto optó por la prudencia al referirse al tema, diciendo que habrá de esperar a que el gobierno de Trump aclare los alcances de la medida para fijar posición. El decreto del mandatario estadounidense no define a partir de cuándo, ni con cuántos efectivos, ni cómo se implementará la medida, ni con qué presupuesto se hará.
Muy diferente fue la reacción del Senado mexicano, que este miércoles exhortó al gobierno de Peña Nieto a suspender la cooperación bilateral con Estados Unidos en materia de migración y lucha contra la delincuencia organizada.
