Por Luis Mayobanex Rodríguez
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Coordinador Alianza País en el exterior
New York.- Aaron Scholssberg, es un abogado de New York. Ahora es un hombre famoso por practicar la discriminación contra quienes hablan un idioma distinto a su primera lengua y por expresar rechazo contra quienes lucen físicamente distintos al estadounidense promedio. Su chauvinismo blanco nutre su odio racial y su rechazo, en ocasiones con gestos y actitudes violentas, hacia otros a partir de su origen nacional.
Su virulenta reacción contra unos trabajadores de restaurant que hablaban español con unos clientes y su amenaza de llamar a los agentes de migración para que fueran deportados, ya que de seguro eran indocumentados, no es un hecho aislado, sino parte de una conducta que arrastra desde su tiempo de estudiante. Siete de sus compañeros de estudio no sintieron sorpresa de que él, Scholssberg, fuera el protagonista de este aberrante caso.
En una noche de octubre del 2016, este mismo sujeto increpó de manera airada a una pareja de jóvenes que caminaban por la Quinta Avenida de Manhattan porque supuestamente caminaban por el lado indebido de la acera. En un video grabado por Willie Morris, el atacado por Scholssberg, se ve y se escucha a éste preguntarle de que país eres y decirle que tú no eres ciudadano de EE.UU. sino “un feo y maldito extranjero”, razón por la cual amenazó con llamar a la policía. Y el “maldito extranjero”, Morris, es tan blanco y ciudadano estadounidense como el ahora famoso abogado, con la visible diferencia física de que Morris tiene un largo pelo y barba de color negro.
Otro video, del 25 de mayo del 2017, recoge la protesta de un grupo de personas partidarios del judaísmo y de la causa palestina, que son atacados verbalmente en un airado tono por un sujeto que no es otro que el mismo abogado racista.
Al hacerse viral el video dado a conocer del caso del Restaurant Fresh Kichent, gracia a la digna actitud de una mujer puertorriqueña, nacida en el Bronx, de nombre Emily Serrano, el rechazo a este y a todo promotor de discurso de odio y racista se adueñó de la ciudad de New York y alcanzó un impacto nacional.
Hay que reconocer, además, a los múltiples grupos defensores de los derechos de los inmigrantes que han articulados campañas antirracistas a partir de este caso y a Shaun King, activista y columnista The Intercept, quien compartió el video a sus más de 200,000 seguidores, quienes ayudaron a identificar a Scholssberg y su prontuario de supremacista blanco y donante económico de la campaña de Donald Trump.
A esto se agrega la solicitud formulada por el congresista Adriano Espaillat y el presidente del condado del Bronx Rubén Díaz, para que un comité de disciplina del Sistema de Cortes Unificados del Estado de New York examine el comportamiento de este abogado y considere la posibilidad de revocar su licencia para ejercer.
Estas acciones y solicitudes junto a la decisión de grupos de activistas y defensores de los derechos humanos de protestar, como al efecto ocurrirá en la tarde de hoy, frente al edificio del 275 Madison Avenue donde opera su bufete de abogados, llevó al presidente de Corporate Suites a rescindir el contrato de alquiler y expulsarlo.
Procede decir que la inaceptable conducta de Aaron Scholssberg encuentra estímulo en el discurso oficial que desde la Casa Blanca se irradia, como procede indicar, también, que la masiva y rápida condena que espontáneamente recibió su conducta confirma que en New York no hay espacio para el odio, la discriminación, el racismo y la xenofobia.