El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan (republicano de Wisconsin) se comprometió el jueves a trabajar en un proyecto de inmigración que incluya la legalización de unos 700,000 dreamers protegidos por la Acción Diferida de 2012 (DACA).
La oferta fue hecha dura te una reunión a puertas cerradas de la bancada republicana de la Cámara Baja, cuyo objetivo era detener una insurrección interna encabezada por un grupo disidente denominado Freedom Caucus.
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El Freedom Caucus lo encabezan los republicanos Carlos Curbelo (Florida), Jeff Denham (California) y Will Hurd (Texas). El grupo propuso a Ryan que someta a la decisión del pleno cuatro planes migratorios y el primero que obtenga 218 votos sea discutido, aprobado y enviado al senado.
El encuentro
Durante el encuentro de dos horas celebrado en el sótano del Capitolio en Washington DC, Ryan y otros líderes republicanos exhortaron a la bancada a no respaldar una moción conocida como petición de descarga, que obligaría al liderazgo a presentar al pleno una iniciativa de ley sobre el tema.
Al término del encuentro, Rayan dijo a periodistas que redactarán un plan para llevarlo al pleno.
La petición de descarga fue anunciada por el Freedom Caucus a principios de mayo.
Ryan había advertido al grupo de disidentes que solo enviaría al pleno un plan que contara con el respaldo de la Casa Blanca del presidente Donald Trump.
Trump exige al Congreso una iniciativa de ley que incluya, entre otros, la construcción del muro en la frontera con México, aumentar las redadas, acelerar juicios y deportaciones, restringir el asilo, reducir y limitar la reunificación familiar, contratar nuevos agentes fronterizos, eliminar la lotería de visas, criminalizar la estadía indocumentada (hasta ahora una falta de carácter civil), construir nuevas cárceles para inmigrantes y reforzar la fuerza nacional de deportaciones que Trump prometió a sus electores durante la campaña.
“Los republicanos no han sido capaces de hallar soluciones y no tienen una manera de salir adelante con el tema migratorio”, dijo Carlos Paz, vocero del Caucus Hispano Congresional (CHC).
“Lo que sabemos es que el liderazgo republicano no quiere tener un debate abierto, donde se presentan varios planes tal y como sugirió el Freedom Caucus”, agrego.
La iniciativa del grupo de Curbelo, Demham y Hurd incluyó cuatro proyectos de ley, dos de ellos bipartidistas y otros dos respaldados por el ala ultraconservadora del Partido Republicano. Entre ellos, el proyecto de ley de los congresistas Bob Goodlatte (Virginia) y Raúl Labrados (Idaho).
Trump respalda el plan Goodlatte-Labrador, pero los demócratas han advertido que no darán un solo voto por ese proyecto que cuenta con una versión similar en el Senado.
“No queremos cerrar la discusión”, indicaron otras fuentes demócratas consultadas y que pidieron no revelar sus nombres. “Vamos a seguir esperando a ver qué propondrán en el futuro inmediato”.
