Un día como hoy, 27 de junio, pero de 1922, durante la primera intervención militar de los EEUU a República Dominicana (1916-1924), hace 86 años, es fusilado Liborio Mateo Ledesma, líder religioso del Suroeste de la república.
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Nació en Maguana Arriba, San Juan de la Maguana; analfabeto y agricultor. Era un pequeño propietario que cultivaba la tierra y criaba ganados vacuno, caprino y caballar.
En 1908 se destaca como curandero religioso en un sincretismo cristiano-vudú, y es considerado como un Mesías por sus seguidores, un enviado de Dios para redimir la tierra de sus maldades.
En el gobierno de Ramón Cáceres trataron de desarmarlo a él y sus seguidores, lo que provoca su rebelión, alzándose en las montañas. Con los creyentes que les siguieron estableció su reino sagrado en El Palmar, erigiendo unos 200 bohíos con cruces, iglesia y con un cuerpo de orden de unos 100 hombres, llevando una vida comunitaria: todo se distribuía entre todos y todos tenían que trabajar, no habían vagos.
Dice el Dr. Anulfo Mateo Pérez, en un escrito aparecido en su blog Barriga Verde, publicado el 27/6/2017 a 17:15 pm, que << Oliborio Mateo, hasta ese momento el personaje mítico-popular más importante de la región durante los últimos 50 años y que devino en guerrillero perseguido por los marines norteamericanos en 1922 y quien fuera herido, apresado y fusilado por un pelotón al mando del capitán Williams, quien comandaba en la zona las tropas estadounidenses de ocupación.
Su valladar más inmediato fueron las escarpadas montañas de la Cordillera Central, al norte de San Juan de la Maguana.
En la “Hoya del Infierno” se detuvieron sus pasos y los de sus seguidores al recibir la noticia de que su hijo, que marchaba en la retaguardia había sido herido por sus persecutores, y, como han hecho todos los jefes guerrilleros que han perecido en combate, volvió sus pasos para defenderle bajo la premisa de que: “Donde muere un hijo mío, muero yo”>>.
<<Previo a su liderazgo mesiánico, Liborio Mateo lucía introvertido, de poco hablar y tranquilo. Era de baja estatura, mulato, pelo crespo, frente amplia, ojos claros, pómulos salientes, de copiosa barba y abundante bigote>>.
<<Parecía un hombre tonto”, afirmaban quienes le conocieron. Desapareció de La Maguana sin dejar huellas y dos años después regresó con prédicas mágico-religiosas, “visiones” de cuanto sucedería en el futuro y “poderes” para realizar grandes “milagros”.>>Hasta aquí la cita del Dr. Mateo Pérez.
Durante la intervención yanqui de 1916-1924 a Liborio trataron de asesinarlo varias veces, declarándole la guerra a muerte por su oposición a la intervención, erigiéndose en jefe guerrillero del Sur. Incluso envió hombres de su confianza a ayudar a los guerrilleros del Este a combatir contra los yanquis y para que ayudaran en la curación de los heridos.
En cinco o seis combates que se llevaron a cabo contra Liborio siempre salía airoso y esto acrecentaba su popularidad y liderazgo religioso. El 27 de junio de 1922 Papá Liborio cae abatido por las balas del teniente dominicano de apellido Luna y un comandante norteamericano de apellido Williams; lo amarraron en una yagua y lo expusieron en el parque central de San Juan para que todos los vieran muertos y que el mesianismo del Dios Liborio moría con él.
El lugar donde lo asesinaron es Hoyo del Infierno, Bánica y hay en el lugar donde cayó abatido tres cruces y en un acto de justicia histórica una calle en el sector Villas Flores de San Juan de la Maguana lleva su nombre, honrándolo casi 80 años después de su caída en combate contra el yanqui invasor y los traidores dominicanos.