El PRM en Nueva York

Por Raúl Mejía Santos

El encuentro que figuré con los compañeros de la seccional de la ciudad de los rascacielos, Nueva York, se dio a propósito de su reunión ordinaria el pasado lunes. El Bronx es un escenario familiar, cuando niño cruzaba el Puente Triborough, hoy Robert F Kennedy, en dirección a Grand Concourse donde aún residen muchos familiares.

En esta ocasión me acompañó mi padre, conocedor de cada rincón citadino de la Gran Manzana. Aprovechamos para intercambiar algunas impresiones sobre el tema político, precisando cómo la corrupción no tiene límites en nuestra tierra bajo el actual gobierno del PLD.

Ubicar el local del Partido Revolucionario Moderno en la Avenida Carter fue fácil, gracias a las referencias que los compañeros brindaron. El tránsito fluyó, como nunca antes llegué en cuestión de minutos.

Mantuve  comunicación con algunos compañeros de la seccional neoyorquina, quienes demostraron apertura y receptividad a la idea de cursar una visita de cortesía.  Entre ellos destaco a los compañeros Henry Almonte, Tomás Reyes, Rafael Salazar, Roberto Fleurimont, Ana De La Cruz y Mariluz Fermin, valiosos compatriotas y compañeros de batalla dentro del PRM.

En una conversación telefónica previa, el doctor Ramón Ceballos expresó su solidaridad con los trabajos que la seccional  embarca, la dinámica entre los sectores que cohabitan la seccional y sus intenciones de continuar apoyando las ejecutorias del grupo de trabajo. No es secreto que el líder miamense apoyó incondicionalmente al equipo dirigido por Neftalí Fuerte.

El amigo Fuerte, el equipo que le acompaña y la militancia de Nueva York lucha contra viento y marea para lograr el crecimiento necesario de cara al próximo certamen electoral. Han trazado un ambicioso plan de trabajo digno de ser emulado por otras seccionales que aún no arrancan, ni pretenden operar. Puerto Rico viene a la mente.

 Al cabo de sus informes iniciales, detallando la misiva a la patria que encabezó en representación de la seccional, el presidente tomó la palabra reconociendo nuestra presencia, brindándonos el espacio para dar a la audiencia un breve mensaje. Todos tuvieron la generosidad de brindar su atención.

 Aproveché la oportunidad para remitir mi respeto, solidaridad y afecto por las iniciativas y proyecciones políticas que trazan como meta;  su trabajo, sinónimo de unidad, es un modelo a seguir considerando la férrea lucha que se libró en la convención. Aunque existen factores que inciden en detrimento de la cohesión aludida, la seccional de Nueva York se ha convertido en el buque insignia del Partido Revolucionario Moderno en ultramar.

Al concluir mis palabras el estruendoso aplauso no se hizo esperar, quizás como  reconocimiento que alguien desde lejos les observa y motiva a seguir el curso diseñado para competir en el marco político y aplastar al partido de gobierno en la gran urbe del norte.

De eso se trata, diseñar estrategias necesarias para competir en las próximas elecciones. Nuestro norte es propinar la gran derrota al PLD, garantizarles que aunque han acomulado grandes riquezas en el poder, producto de sus manejos turbios en el ejercicio público, no podrán contra la voluntad del pueblo dominicano. Tendrán que rendir cuentas.

Hago nota de la importancia de visualizar al PRM más allá de candidaturas presidenciales, como hace de forma ejemplar este distinguido grupo de compatriotas. Las facciones ponen en peligro las estructuras del partido, como queda evidenciado. A pesar de nuestras inclinaciones internas, a las cuales tenemos completo derecho, todos somos perremeistas y el compromiso es con la patria. Mi eterna gratitud a los compañeros de Nueva York.