Dos agencias del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) fueron acusadas de trabajar juntas para engañar a inmigrantes con el objetivo de arrestarlos y deportados de Estados Unidos.
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Una demanda presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), indica que las dos dependencias atrajeron a inmigrantes indocumentados casados con estadounidenses a entrevistas para conseguir la residencia (green card). Durante el proceso fueron apresados, privados de libertad y puestos en proceso para ser expulsados del país.
ACLU demandó por este acto a la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS), dependencia encargada de gestionar y otorgar las residencias, y a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), la policía federal a cargo de las deportaciones.
La demanda indica que ambas oficinas coordinaron una estrategia para detener a inmigrantes sin un estatus legal de permanencia en regla y se aprovecharon de sus anhelos para regularizar su situación migratoria.
Detalles de la demanda
Los documentos obtenidos por varios medios luego desvelan correos electrónicos intercambiados entre miembros de la USCIS e ICE, en los que se evidencia una planificación detallada de estos planes de arresto.
La USCIS planificó y programó las entrevistas a determinadas horas a petición de agentes de ICE que participaron en la operación.
También muestran que las entrevistas fueron programadas de tal manera que hubiera suficiente tiempo entre las citas para que los medios de comunicación tuvieran “menos opciones” de descubrir esta táctica, según explica ACLU.
En uno de estos correos, Andrew Graham, un agente de ICE, reclamó tiempo suficiente entre las entrevistas a un trabajador de la USCIS de manera explícita, con el fin de arrestar a personas indocumentadas que son parejas de ciudadanos estadounidenses al finalizar las visitas, obligatorias durante un proceso de residencia para verificar datos.
“En lo que se refiere a los horarios, preferiría que no hagan (las entrevistas) todas al mismo tiempo, ya que no solo afecta nuestra capacidad de transportar y procesar varios arrestos, sino que también tiene el potencial de atraer los intereses negativos de los medios, cómo hemos visto en el pasado”, escribió Graham.
Datos compartidos
A pesar de que la USCIS ha señalado en varias ocasiones que los datos recabados de sus clientes con propósitos migratorios no son compartidos con otras agencias para fines distintos, como deportación, la demanda indica que el servicio de inmigración facilitó al ICE una lista de gente que había llenado y enviado un formulario I-130, petición de residencia basado en familia firmado por un ciudadano estadounidense.
ICE entonces revisó el listado enviado por la USCIS para encontrar cualquier “factor significativo” que influyera en su decisión de detener a una persona para luego deportarla, según los correos que aparecen en la denuncia. La agencia de deportaciones identificó a varios candidatos, agrega Efe.