Por José Castellanos
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Esta descarga mía puede parecer un cuento. Sí, en cualquiera de esas ciudades de California amenazadas por incendios anuales podría leerse luego como un cuento de Navidad.
Este tren bombero de diez o doce vagones, cada uno con su cañón de agua, debe instalarse en las afueras de la ciudad. Hacia el Oeste, al final del último caserío, si los incendios forestales y los Vientos de Santa Ana vienen sólo desde el Oeste. Pues en esa sola dirección tendrá este tren que defender la ciudad. En otros casos el recorrido del tren, el tendido de las vías férreas, tendrá que rodear la ciudad. O buena parte de ella. Quiero decir, en el caso que los incendios forestales y de malezas y los consabidos vientos puedan amenazar a la ciudad desde más de una dirección.
Cada vagón de este tren, como ya dije, tendrá un cañón de agua. Diría yo con un alcance para mojar una zona de cien o más metros de largo. Como se trata de diez o doce vagones y un cañón de agua en cada vagón, se comprende que la zona que moja este tren a su paso es enorme. Por supuesto, no habrá que esperar que el incendio llegue a las afueras de la ciudad con su formidable poder devorador, como asombrados lo hemos visto ya muchas veces en la TV. Asombrados, y compadecidos de los californianos.
No, no debe esperarse este momento crucial, debe mojarse antes, si precisamente bosques y
matorrales cercanos sufren ya los efectos de la sequía. Eso pienso yo.
El agua. Hablemos del agua. Pues se trata del tren bombero y de los cañones de agua. De dos modos he pensado puede abastecerse de agua este tren bombero. Un modo es que entre los vagones con los cañones de agua vayan vagones con tanques de agua. Entiendo que también serían grandes tanques de agua.
Otro modo sería que estos depósitos de agua para los cañones vayan apareciendo a lo largo del recorrido del tren. De todos modos esta ciudad amenazada por el fuego tendrá que disponer de mucha agua.
Y también tendremos que ver como hacemos circular en las areas bombardeadas toda esa agua lanzada por los cañones.
Me parece que en ciudades con un buen sistema de alcantarillado el asunto no será muy difícil de resolver. De todos modos este es un asunto a estudiarse previsoramente.
Por último, tu me preguntarás por los cañones de agua y cómo se construyen. Y como conozco que eres muy indagador y poco imaginativo. Yo te contestaré que dejemos eso a los ingenieros. Que bastante ya hice yo con soñarlos.
Un abrazo,
Tiberio