“Pagó con su vida por investigar al kirchnerismo”, “Todos somos Nisman”, “Nisman, tu muerte no será en vano”, fueron algunos de los mensajes plasmados incluso en banderas argentinas a las que les colocaron moños negros en señal de luto.
Dispersos, algunos grupos gritaban “que se vayan todos”, en tanto que otros optaban por cantar el himno nacional y por repetir el grito de “¡justicia!”.
Las protestas se replicaron en otros puntos de Buenos Aires, como la residencia presidencial, en algunos barrios de esta capital, y en ciudades como Rosario, Córdoba y La Plata.
La presidenta argentina deslinda a su gobierno de la muerte de Nisman
El fiscal, que debía presentarse este lunes en el Congreso para explicar las acusaciones contra Kirchner, fue hallado muerto la noche del domingo con un disparo en la cabeza. Las autoridades señalan que se trató de un suicidio aunque esta versión no ha convencido a muchos.
En una carta difundida en la noche del lunes, la presidenta Cristina Kirchner dijo que la muerte del fiscal generó “estupor e interrogantes”, pero deslindó a su gobierno de toda responsabilidad en el trágico suceso.
La extensa carta de la presidenta argentina fue publicada a última hora del lunes en una red social dice: “En el caso del ¿suicidio? del fiscal a cargo de la causa AMIA, Alberto Nisman, no sólo hay estupor e interrogantes, sino que además una historia demasiado larga, demasiado pesada, demasiado dura, y por sobre todas las cosas, muy sórdida. La tragedia del atentado terrorista más grande que se produjo en la Argentina”.
Kirchner alertó también contra intentos de “desviar, mentir, tapar y confundir” sobre el atentado contra la AMIA y cargó contra agentes de Inteligencia y medios opositores.
Horas antes, el Gobierno autorizó la desclasificación del material de inteligencia que utilizó el fiscal de la causa AMIA.
Mientras, la oposición reclamó una investigación exhaustiva y advirtió de la gravedad de los acontecimientos.