SANTO DOMINGO. El Día Nacional de la Juventud que se celebra desde hacen 26 años, cada 31 de enero, a partir de la aprobación de la Ley 20-93, encuentra hoy a esa parte de la población afectada por la falta de oportunidades, el desempleo y el flagelo de la delincuencia.
Aunque el Gobierno dominicano impulsa a través del Ministerio de la Juventud, y otras instituciones, múltiples políticas dirigidas a incentivar el sector, los esfuerzos aún no dejan frutos que ayuden a bajar los niveles de criminalidad.
Un informe presentado por representantes del proyecto Alerta Joven de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) reveló que la falta de oportunidades educativas y laborales, así como la falta de orientación hacia instituciones formales, la deserción escolar, los problemas familiares, la baja autoestima y el trabajo infantil se asocian a la conducta delictiva en adolescentes.
You have to reduce the chances of buy generic levitra greyandgrey.com blockage the arteries by consuming more water throughout the day. In fact, it is not nearly as risky as the side effects produced by drugs like purchase cheap cialis http://greyandgrey.com/spanish/alissa-p-gardos/. More over a lot of reputed company appoints lots of medical representatives for the face to face interactions with someone from your own town. tadalafil 10mg uk check out this link Take Kamagra sitting at your home and spend the best of nights in bed with your wife?? If these types of mammoth factors are increasing cialis uk sales visit for source in number is due to the effects and the use should be discussed with your doctor.
Para el padre Luis Rosario, quien junto al periodista Ángel María Acevedo figuran entre los propulsores de la Ley 20- 93, introducida por el diputado Tomás Hernández Alberto, en el año 1993, manifiesta que el Día Nacional de la Juventud le recuerda a la sociedad dominicana que el camino para la educación es el de la razón, el amor y la fe, como enseñó Don Bosco.
Rosario expresa que la iglesia católica revitalizó el trabajo con la juventud, según las líneas de la Tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, reunida en Puebla, México, en 1979, que hizo una opción preferencial por los jóvenes.
Un estudio dado a conocer a finales del año pasado por el Centro para la Educación y el Desarrollo (Ceduca) arrojó que el 55.3 % de los jóvenes dominicanos se encuentran desocupados o inactivos, dejando el 44.7 % restante a trabajadores formales e informales. No obstante, ese no fue el dato más preocupante revelado por el estudio ya que, según Ceduca un 19 % de los dominicanos, entre 15 y 29 años, ni estudian ni trabajan y, por tanto, carecen de la “competencia requerida por el mercado laboral”.
Ante la situación, el Ministerio de la Juventud, indica que, a través de sus diversos programas, desde agosto 2016 a diciembre 2018, unos 244,612 jóvenes han sido impactados positivamente, y que sólo en el año 2018, esa cifra fue de 200,030 jóvenes.
Entre los programas que ejecutados por esa dirección está el Programa de Becas Nacionales e Internacionales Agentes del Cambio.
Dentro de los objetivos de este programa está el contribuir al desarrollo integral de los jóvenes del país, mediante un sistema de valores que persiga la excelencia académica.
“A través del mismo se han impactado a un total de 23,501 jóvenes con becas nacionales y 1,476 con becas internacionales. La selección se hace por convocatoria, en la que participa un comité evaluador, y se toma en cuenta diversos factores, como la condición de vulnerabilidad de los postulantes y los motores que mueven la economía de cada provincia”, indica la institución.
Explican que el programa “Hablemos de Todo RD” que se implementa en todo el territorio nacional, ofrece orientación sobre las situaciones por la que atraviesan los jóvenes en la actualidad, como bullying, consumos problemáticos, género y sexualidades, infecciones de trasmisión sexual, especialmente VIH/SIDA, violencia de género, trastornos de la conducta alimentaria, prevención de embarazo en adolescentes, participación política, entre otros.
Aseguran que, a la fecha, se han impactado alrededor de 20,276 jóvenes, pertenecientes a las provincias de Azua, Puerto Plata, Barahona, Elías Piña, María Trinidad Sánchez, San Juan de la Maguana, Hato Mayor, Monte Plata y Valverde. Además de los municipios Santo Domingo Este y Santo Domingo Norte. Y que en este 2019 se llevará el programa al resto de las provincias del país.
Las Casas de la Juventud son espacios dinámicos para jóvenes con edades entre 18-23 años (Acogida Permanente, para una segunda etapa) y edades entre 15-29 años (Planes de Formación Técnico-Profesional, desarrollados actualmente), dentro de los cuales tendrán diferentes oportunidades para su formación integral e inserción en el mercado productivo laboral, tomando en cuenta, los motores que mueven la economía de las locaciones donde se encuentren.
El Ministerio tiene proyectado que con cada Casa de la Juventud se impacte a seis mil jóvenes, lo que estaría beneficiando cada año, según dicen, a 54 mil personas jóvenes con las nueve viviendas que existen actualmente.
“Las Casas de la Juventud se encuentran en San Francisco de Macorís, La Vega, Santiago, Barahona, Azua, Pedro Brand, Hermanas Mirabal, Puerto Plata, Monseñor Nouel y Valverde (Mao) en las cuales se han impactado 48,588 jóvenes”, comunicó la entidad.
Otro de los proyectos implementados fue nombrado, “Juventud Despega”, que fomenta la cultura emprendedora, facilitándoles a los jóvenes de sectores vulnerables, la conexión a programas de formación y acompañamiento para que puedan conseguir acceso a financiamiento para lograr su emprendimiento.
“Es un proyecto integral dedicado a impulsar, formar a los jóvenes en materia de emprendimiento hasta llegar al acompañamiento y gestión de recursos para que les apoyen como capital semilla, bajo el programa denominado (Sabor a Juventud). Con este se implementará el proyecto piloto en las Casa Pensión. Este impactará cerca de 2,000 jóvenes de forma directa, y unas 8,000 personas de manera indirecta”, detalla la encargada de comunicaciones, Patricia Crussett.
Fuente diariolibre.com
