Por Robert Valenzuela
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A modo de honrar al patricio Juan Pablo Duarte en su natalicio 206 (iniciando el mes de la Patria), y para recordar las ofensas contra él, veremos parte del episodio de la aprobación de la primera Constitución dominicana, votada el 6 de noviembre de 1844.
Los referentes de los primeros constituyentes fueron la
Constitución Liberal de Cádiz de 1812, la Constitución de los Estados Unidos de Américas, la Constitución de Francia y la Constitución Liberal de Haití de 1843.
La Constitución de República Dominicana, según el periodista e historiador Héctor Tineo, no expresó la aspiración de los constituyentes que se reunieron en San Cristóbal, con el propósito de llegarle al pueblo dominicano una carta sustantiva democrática garante de los derechos fundamentales.
Por el contrario, añade que el texto expresó la voluntad del general Pedro Santana, jefe político y militar que controlaba la Junta Central Gubernativa, el primer organismo de Gobierno de la República.
Tineo narra que el día de la apertura de las sesiones el presidente de la Asamblea Constituyente, Manuel María Valencia invitó a los constituyentes a hacer ante el Supremo Legislador, “la solemne promesa de no escuchar más voz que la del desinteresado patriotismo; de no pensar sino en el bien público
y de no olvidar que somos hoy llamados a constituir un país que fue durante trescientos años, mirado con el mayor abandono por su metrópolis; un país mil veces invadido y siempre reconquistado por el heroico valor de sus naturales”.
Los exhortó a votar por el bien público y resaltó que la República Dominicana es un pueblo que ha recibido el bien de la “Divina providencia”. Los constituyentes redactaron una Constitución liberal, pero el general Santana la rechazó y sometió a la Asamblea a múltiples presiones con servicios de
militares hasta lograr su objetivo. De igual modo, sus representantes se expresaron en contra del patricio Juan Pablo Duarte.
Al hablar ante los constituyentes, Tomás Bobadilla lanzó fuertes ataques contra Duarte, quien había sido deportado el 10 de septiembre de 1844, junto a varios colaboradores.
Bobadilla calificó a Duarte de “joven inexperto; y que lejos de haber servido a su país, jamás ha hecho otra cosa que comprometer su seguridad y las libertades públicas”.
Pedro Santana se opuso a ser electo Presidente de la República con una constitución liberal y sostuvo que el poder político en la República Dominicana debe ser militar y no civil, porque la situación de Guerra con Haití lo demandaba.
La Asamblea Constituyente en principios, rechazó la idea de Santana, lo que originó un enfrentamiento con la Junta Central Gubernativa, el cual fue superado cuando Bobadilla presentó la moción de que se agregara un nuevo artículo a la Constitución de la República, en virtud del cual “durante la Guerra actual y mientras no esté firmada la paz, el Presidente de la República
puede libremente organizar el Ejército y la Armada, movilizar las guardias de la nación, pudiendo, en consecuencia, dar todas las órdenes, providencias y decretos que convengan, sin estar sujeto a responsabilidad alguna”. En esa circunstancia fue que se impuso el artículo 210 en la primera Constitución, lo
que echó al suelo los postulados democráticos de los constituyentes y se instauró una dictadura política.
Para Tineo, el acontecimiento antidemocrático de Santana ha influido en la mayoría de las reformas constitucionales que se han llevado a cabo en República Dominicana a partir de 1844, con las excepciones de las Constituciones de Moca de 1858, la del presidente Juan Bosch de 1963.
Fuente: Diariodominicano.com