La Unión Europea logró que su propuesta de hacer un llamado para lograr elecciones presidenciales libres en Venezuela y la llegada de ayuda humanitaria al país caribeño, tuviera el apoyo del Grupo de Contacto Internacional (GCI), con la excepción de Bolivia, quién no impidió la declaración final pero decidió no firmarla.
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La reunión duró cuatro horas y la declaración final fue firmada por España, Portugal, Italia, Francia, Alemania, Países Bajos, Suecia, Reino Unido, Uruguay, la Unión Europea, Costa Rica y Ecuador.
Desde el inicio del encuentro la delegada de la UE, Federica Mogherini (vicepresidenta y alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad), había señalado que la discusión era sobre la propuesta que partió del GCI y no tenía nada que ver con otra iniciativa conocida días atrás, la del denominado “Mecanismo de Montevideo” apoyado por Uruguay, México y los países del Caricom.
En este proyecto se hablaba de diálogo entre el gobierno de Maduro y la oposición, pero no se mencionaba nada sobre adelantar las elecciones ni la llegada de la ayuda humanitaria.
Zanjado este aspecto, las delegaciones se pusieron a trabajar en una declaración final que conformara a todos las partes. En síntesis, se acordó enviar una misión técnica a Venezuela para avanzar en las gestiones para lograr elecciones libres y la entrada de ayuda humanitaria, fomentando una mesa de diálogo entre el chavismo y la oposición.
En la declaración final se sostiene que “es crucial restaurar la democracia en todas sus dimensiones, respetar el Estado de derecho, establecer las garantías necesarias para un proceso electoral creíble en el menor tiempo posible y reconocer a la democráticamente electa Asamblea Nacional”.
También se reconoce la existencia de una crisis humanitaria y se expresó el compromiso del GCI para que la ayuda llegue a Venezuela. A su vez se reclama a Maduro que reconozca la separación de poderes y se respeten los derechos humanos.
El GCI se compromete a “apoyar una resolución pacífica, política, democrática y propiamente venezolana de la crisis, excluyendo el uso de la fuerza a través de elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles, de acuerdo a la Constitución venezolana”, según el documento final.
Una vez leída la declaración final, quienes respondieron las preguntas de los periodistas presentes en la sede del encuentro, fueron el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa y Federica Mogherini.
La diplomática italiana destacó el tiempo en que actuará el GCI, que será de 90 días, aclarando que sus gestiones pueden terminar antes si no se vislumbran avances, o extenderse, realizándose una reunión de evaluación a comienzos de marzo.
En un principio el GCI buscará que las partes en conflicto entablen una mesa de diálogo, pero para facilitar esto, se buscará convencer a Maduro de la liberación de presos políticos, la desproscripción de estos y legitimar la Asamblea Nacional.
La diplomática europea señaló, además, que uno de los principales puntos es lograr que llegue la ayuda humanitaria. “Esto es particularmente importante. Hemos movilizado casi 60 millones de euros para apoyar al pueblo de Venezuela que se encuentra en los países vecinos y ahora se movilizarán 5 millones más” sostuvo, agregando que “la ayuda se debe canalizar de forma independiente para que no sea politizada” y debe ser gestionada de forma adecuada, para lo cual la UE está dispuesta a abrir un oficina de ayuda humanitaria en Venezuela.
“Comprendo que haya frustración y escepticismo sobre que este proceso no sea más que darle tiempo a Maduro”, dijo Mogherini, pero acotó que se debe “contribuir a una solución política, pacífica y democrática”.
Por su parte Nin Novoa sostuvo que en cuanto a la ayuda humanitaria ” tenemos una tarea de convencimiento” al gobierno de Maduro para que la acepte, ya que es “imperiosa”.
Al ser consultado sobre la posición del presidente interino Juan Guaidó de no dialogar con Maduro, Nin Novoa sostuvo que “no hay negociación sin diálogo” y “la intransigencia lleva al bloqueo de los caminos de solución” aunque “el diálogo no puede ser eterno”.
Para el canciller uruguayo “la solución al problema venezolano es en la medida que se comience a hablar de elecciones” pero “no estamos poniendo plazos ni fechas porque ese es un tema de los venezolanos”.
Posición mexicana
México no integra el GCI, aunque sí participó de las deliberaciones. Su canciller Marcelo Ebrard fue el impulsor del denominado “Mecanismo de Montevideo” y dijo que el mismo, aún con la declaración del GCI, sigue vigente.
Ebrard sostuvo que se continúa adelante con la idea de crear una mesa de diálogo entre la oposición y el gobierno de Maduro, mediante un grupo de mediadores.
Uruguay al integrar ambos grupos (el GCI y el Mecanismo de Montevideo) será el “caso comunicante” entre las dos propuestas para la salida de la crisis venezolana.
Fuente infobae.com