Guillermo Caram, es economista y dirigente del Partido Reformista Social Cristiano. Reside en Santo Domingo
Por Guillermo Caram
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El enfrentamiento desatado recientemente entre el gobierno y las Iglesias está plagado de sofismas y falacias.
Se desata cuando sacerdotes católicos al pronunciar el tradicional sermón de las siete palabras, critican al gobierno por el mal manejo de los recursos públicos y el estropeo a su conveniencia de las disposiciones constitucionales vigentes hasta amenazar con ello el Estado de Derecho.
La respuesta del gobierno no rebate estas críticas sino que incurre en la falacia de descalificar a los críticos que las emitieron en base a sofismas sustentadas en una encuesta levantada en otra nación con otra cultura y que habla otro idioma que, de paso, ni siquiera tuvieron la molestia de traducir al idioma oficial de la República Dominicana.
Para rebatir las críticas de mal manejo de recursos públicos y atropello constitucional, el gobierno, en lugar de intentar demostrar con cifras que está manejando bien los recursos y que no va a estropear la constitución; se va por la tangente incurriendo en la falacia de pretender descalificar las iglesias -católicas, evangélicas, musulmanas y judías,etc- basándose en una encuesta en la que se consigna la pérdida de fidelidad religiosa en EEUU citando para ello:
Que actualmente el 19% de los adultos no tienen preferencia religiosa (lo cual significa que el 81% SI tiene preferencia religiosa)
Que este porcentaje ha aumentado partiendo del 8% en el 2000 y
Que la pertenencia a iglesias en ese mismo periodo descendió de 70 al 50%
Ante el argumento de la poca fidelidad y el deterioro de ésta en las iglesias, la instancia menos llamada a recurrir a el, es el gobierno dominicano cuya fidelidad y su deterioro es mayor que el que han sufrido las iglesias.
Esto así porque la último encuesta que la misma empresa en que se basa el gobierno para pretender descalificar sus críticos (GALLUP) demostró que el nivel de aprobación de gobierno es del 45%, menos que las preferencias y pertenencias religiosas; habiendo descendido en tres años, con relación al 62% obtenido en las elecciones, prácticamente lo mismo que descendieron las pertenencias religiosas en 18 años.
Pero además, el gobierno, que estimula que las semanas santas se conviertan en vacaciones, a juzgar por los tweets de su vocero oficial, en lo que se hacen incluso propaganda a hoteles privados (ver @RodrigMarchena) no logró que la mayoría de la población saliera de sus casas. Según las respuestas a los sondeos efectuados por el periódico Hoy, se demostró que 70% los dominicanos se quedaron en sus casas.
Dicho en otros términos y en conclusión, la fidelidad de la población dominicana a su gobierno es mucho menor que le fidelidad religiosa de los norteamericanos a sus iglesias con lo que el gobierno pretende descalificar a quienes han criticado el mal manejo de recursos y el estropeo constitucional.
