Otro momento controversial fue cuando Bush le pidió a Trump que se disculpara ante su esposa por insinuar que su origen mexicano es una influencia para él en el tema de inmigración. “Fue completamente inapropiado y espero que te disculpes, ella está aquí hoy”, comentó Bush.
Trump se negó a disculparse; “no he dicho nada equivocado”, aseguró, mientras atacaba al exgobernador de Florida por ser débil en inmigración.
Carson resaltó su propuesta para reformar el sistema basada en asegurar la frontera, crear un programa de trabajadores temporales, sin acceso a la ciudadanía, entre otras condiciones.
Por su parte, Rubio destacó que un proyecto de ley de reforma integral no sirve y que se debe legislar por separado.
Respecto al camino a la ciudadanía no entró en detalles y dijo que “los americanos serán razonables respecto a qué hacer con las personas que no han cometido delitos”.
“Bush y Rubio se han movido más al centro en el tema de inmigración”, aseguró el analista político de Rice University en Texas, Mark Jones. “A diferencia de Trump, están pensando en la elección general y no quieren cometer el error de Romney, de decir algo que luego los arruinará en estados como Florida, Nevada y Colorado, costándoles la elección”, comentó.
“Bush y Rubio se vieron un poco distintos, por lo menos vimos un poco de cambio, pero todavía no le llegan al gol a los latinos, siguen hablando basados en mitos de que el Presidente no aplica la ley, siendo que la comunidad está sufriendo”, señaló Clarissa Martínez experta en inmigración del Consejo Nacional de la Raza.
Otro momento polémico se dio cuando los precandidatos debatieron el derecho a la ciudadanía por nacimiento establecido en la enmienda 14 de la Constitución. “Somos los únicos suficientemente estúpidos para tener este derecho, cuando una mujer se embaraza pasa la frontera y tiene al hijo, nosotros nos tenemos que hacer cargo”, dijo el millonario.
El vocero de la campaña de Hillary Clinton Jorge Silva destacó que los republicanos continúan “gastando su tiempo deshumanizando a los inmigrantes”, mientras la ex secretaria de estado lucha por su “dignidad y respeto”.
“Los 15 precandidatos presidenciales republicanos de esta noche no ofrecieron nuevas ideas. En lugar de eso vimos un despliegue de egos y un desprecio hacia las mujeres y las minorías. Trataron a los inmigrantes como criminales”, detalló Sonia Meléndez, vocera del comité político de EMILY’s List.
Trump y Carson se han destacado en los últimos sondeos, separándose en las preferencias respecto a los otros candidatos con 32% y 19% respectivamente.
Trump ha marcado la pauta en el área de seguridad fronteriza e inmigración, temas que ha usado como su ancla desde el inicio de su campaña, en junio.
Amnistía versus deportación
El primer debate entre los republicanos comenzó a las 6 p.m. ET con sólo cuatro protagonistas, quienes no alcanzaron los votos suficientes para entrar en el debate principal: Rick Santorum (exgobernador de Pensilvania), Bobby Jindal (gobernador de Luisiana), Lindsey Graham (senador por Carolina del Sur) y George Pataki (exgobernador de Nueva York). El ex gobernador de Texas Rick Perry anunció su retiro esta semana, el primero en caer en busca de la nominación republicana.
Jim Gilmore (exgobernador de Virginia) fue el único que quedó bajo la mesa en esta ronda, ya que la cadena CNN sólo invitó al debate a los precandidatos que tuvieran más de un 1% en las encuestas nacional y Gilmore simplemente no calificó. Pero el político no se rinde y dijo que estaría participando a través de su cuenta de Twitter.
Inmigración fue uno de los primeros temas que despertó controversia. Santorum insistió en que la mayoría de los presentes apoyaba un camino a la ciudadanía en lugar de “centrarse en qué protege mejor los intereses de los estadounidenses, de nuestra nación”. El resto se defendió insistiendo que la prioridad es asegurar la frontera. Jindall prometió lograr esa meta en 6 meses. “Una inmigración inteligente fortalece nuestro país ahora tenemos una débil.
Inmigración sin asimilación es invasión. “Necesitamos que la gente venga legalmente, aprenda inglés se adapte a nuestros valores y se ponga a trabajar”, dijo.
Pero Santorum insistió en que eran pro amnistía. “No porque lo llame amnistía, no hace que deje de serlo. Casi todos los que están en esta habitación permiten que personas que violaron la ley se queden, así como personas que llegaron legalmente y luego dejaron expirar sus visas”, insistió.
“Lo que he dicho es asegurar la frontera y luego que eso esté listo, los estadounidenses lidiarán con la gente ilegal de manera pragmática y con compasión. Rubio y Jeb están por la amnistía, yo no y nunca lo estaré” respondió Jindall, quien también insistió en acabar con las ciudades santuario y criminalizar a los alcaldes que las promueven.
Pataki especificó que el máximo derecho al que pueden aspirar los indocumentados es la residencia legal, pero no la ciudadanía y esto luego de cumplir una serie de condiciones, incluyendo 200 horas de servicio comunitario.
Más que el moderador, fue Graham quien hizo la pregunta más polémica a Santorum: ¿Qué haces con los 11 millones de indocumentados? El ex senador respondió sugiriendo identificar a las personas que han dejado expirar a sus visas y obligarlos a salir.