Se da por descontado que el santo padre tocará el tema al hablar ante el Congreso, pero expertos discrepan sobre el impacto que pueda tener el pontífice en el debate en torno a la inmigración, el cual había pasado a un segundo plano desde que la mayoría republicana en la cámara baja rehusó en 2014 aprobar un proyecto de ley sancionado por el Senado pero retomó fuerza cuando el precandidato republicano a la presidencia Donald Trump ha llamado a los inmigrantes mexicanos “criminales” y “violadores”.
Eusebio Elizondo, obispo auxiliar de Seattle, expresó su expectativa de que el papa argentino se pronuncie específicamente sobre la necesidad de una reforma, la cual ha permanecido esquiva las últimas tres décadas.
“Creo y espero que lo haga y con valentía”, dijo el religioso, quien es también presidente de la comisión de inmigración de la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos. “No creo que hable generalidades. Creo que será muy específico sobre la necesidad de una reforma por la tradición que hay en este país de inmigrantes”.
La personalidad del papa “es tan carismática que a los congresistas les va a remover el tapete. Creo que tendrá consecuencias positivas con mira a algún cambio en el futuro”, indicó Elizondo en conversación telefónica desde Tailandia.
El pontífice dio un adelanto de lo que puede ser su discurso en el Congreso al elogiar el miércoles a los obispos estadounidenses por tomar la causa de los inmigrantes y alentarlos a recibir con los brazos abiertos a más extranjeros que cruzan la frontera.
En su discurso les dijo: “No teman darles la bienvenida… Estoy seguro de que, como sucedió en el pasado, esas personas enriquecerán a Estados Unidos y a su iglesia”.
El Center for Applied Research in the Apostolate —un organismo independiente— ubicó en 30,4 millones la cantidad de hispanos católicos en Estados Unidos, incluidos los 11 millones de inmigrantes que residen sin autorización.
El presidente de la organización Casa de Maryland Gustavo Torres dio por sentado que el papa hablará “fuerte en apoyo de los inmigrantes latinos” y agregó que “eso nos ayudará mucho. Vamos a tener un aliado poderoso que puede empujar a un sector moderado del Partido Republicano a promover la posibilidad de una reforma en el futuro”.
Mark Krikorian, director del Center for Immigration Studies, en cambio, descartó de manera rotunda que la visita papal tenga alguna consecuencia política duradera porque si bien su postura hacia los inmigrantes sin autorización se acerca a la de los demócratas, su oposición al aborto lo acerca a los republicanos.
“No creo que haya ningún efecto duradero porque ambos bandos se identificarán con partes de su discurso”, dijo Krikorian, cuyo centro busca mayor control a la inmigración.
Una vocera del presidente republicano de la cámara baja John Boehner recordó que ante una pregunta reciente sobre los temas que podría abordar Francisco en su discurso, el republicano por Ohio respondió que “hay una cosa que sabemos sobre este papa: no teme criticar al status quo ni teme decir lo que realmente piensa”. Sin embargo, la oficina de Boehner se negó a expresar de manera directa cuáles son sus expectativas sobre el impacto que la visita papal pueda tener en una reforma migratoria.