El presidente Donald Trump dio este Día de la Independencia un discurso nacionalista de exaltación a las Fuerzas Armadas estadounidenses y como se esperaba, lo acompañó con el sobrevuelo de aviones y helicópteros de cada uno de los cinco componentes así como por tanques, en un acto con el que desafió a aquellos que le criticaron por politizar el 4 de julio con un despliegue político y militar millonario.
“Hoy nos unimos como una nación con este saludo tan especial a Estados Unidos”, dijo el mandatario al arrancar su discurso frente al monumento a Abraham Lincoln en Washington DC, al tener la celebración militar que había estado buscando durante dos años. Pero la realidad abajo era otra: la multitud estaba dividida en una fecha que se supone es para reunir a los estadounidenses en torno a la música y los fuegos artificiales.
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Por un lado, algunos aplaudían los halagos de Trump a los militares y su insistencia sobre la creación de una Fuerza Espacial como sexta rama, que ha sido cuestionada porque podría entrar en conflicto con competencias que tiene actualmente la Fuerza Aérea.
Por otro lado, sus detractores levantaron una réplica del ‘Baby Trump’ inflable —que representa a un bebé con los rasgos del presidente en pañales— que se usó por primera vez en Inglaterra para protestar por la visita del mandatario a países europeos y desde entonces se ha visto en diversas manifestaciones anti-Trump en Estados Unidos. Según reportes del diario The Washington Post, también hubo quienes sostuvieron letreros con frases como “no debe haber tanques en las calles, no en nuestro día”.
El presidente aprovechó además la ocasión para exaltar la labor de distintas agencias federales, entre ellas la Patrulla Fronteriza (CBP), que se encuentra en el ojo del huracán en este momento por las múltiples denuncias sobre violaciones de derechos humanos y condiciones insalubres en sus centros de detención de menores en los sectores como el Valle del Río Grande y El Paso.
Trump dejó este jueves a un lado el discurso de autopromoción del candidato que ha mantenido desde que estaba en su primera campaña presidencial y dedicó la mayor parte de sus palabras a hablar de la historia de Estados Unidos. Sin embargo, la sola presencia del mandatario en la celebración y el uso de las Fuerzas Armadas ha sido criticado como una politización de la fecha de Independencia.
La llegada del mandatario al lugar —con la primera dama Melania Trump— estuvo acompañada por el sobrevuelo del avión presidencial, el Air Force One. De ahí en adelante, el presidente fue recorriendo en su discurso cada una de las ramas de la Fuerza Armada Nacional y, tras dedicarles palabras por separado, hacía una pausa para que sobrevolaran helicópteros HH-60 de la Guardia Costera o los VH-92 del cuerpo de Marines, así como jets F-22 raptors de la Fuerza Aérea, entre otras aeronaves que se vieron en el cielo de la capital.
