Si hay algo que no pasa de moda es la educación y los buenos modales. Desafortunadamente cada día somos testigos de la desvalorización de estas costumbres.
No podemos pasar por alto que la cortesía y los buenos modales son nuestra primera carta de referencia, pues juegan un papel fundamental y de suma importancia en las relaciones interpersonales. Sin lugar a duda, los buenos modales representan una pieza clave para el éxito empresarial. No me pudiera imaginar a un buen líder siendo grosero y descortés.
El decir buenos días acompañado de una sonrisa, un por favor, un disculpe, pudieran influenciar de manera positiva en la motivación de otros y a su vez harán la diferencia, no solo en la buena percepción que lograrás proyectar, sino también en los sentimientos que transmites.
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Dentro de esta jerarquización de necesidades, se establece la seguridad como una necesidad básica del ser humano. Entonces haciendo referencia a esta teoría, si mis necesidades de seguridad no están satisfechas, no podré ascender hacia el próximo nivel. Si lo trasladamos a los escenarios de negocios, si mi necesidad de seguridad ante una oferta no está satisfecha, no firmaré ese contrato o no llevaré a cabo esa compra.
Así de simple. La cortesía y los buenos modales tienen la virtud de transmitir confianza; seguridad; credibilidad y respeto, elementos que favorecen la convivencia y las relaciones con nuestros clientes. Cuando trabajamos formación de líderes, este es un tema que a veces se pasa por alto pero que es de suma importancia, ya que en gran medida será responsable de establecer las conexiones óptimas para formar alianzas, las cuales darán paso a la ascendencia de nuevos niveles jerárquicos dentro de la empresa.
