La justicia analiza huellas en un pasillo cercano a la casa de Nisman.
La investigación sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman, hallado en el baño de su casa con un disparo en la cabeza cuatro días después de que denunciara a la presidenta de Argentina, continúa en varios frentes. Los investigadores han descubierto pisadas y una huella digital en un pasadizo que comunica el departamento de Nisman con otra vivienda habitada por un ciudadano extranjero, según informó la agencia DyN. Dado que en el pasillo hay aparatos de aire acondicionado, los investigadores tratan de averiguar si las huellas pertenecen a algún técnico de reparación o a otra persona.
Por otra parte, el cerrajero al que llamaron la madre de Nisman y sus guardaespaldas para acceder al domicilio del fiscal informó, ante un grupo de periodistas, tras prestar declaración ante la Justicia, que le resultó muy fácil abrir la puerta de servicio: “La [puerta] del servicio estaba sin cerrarse. Simplemente empujé la llave y entré en dos minutos”.
-¿Pero solo la podía abrir un cerrajero?- le preguntó un periodista.
-No, cualquiera.
-¿O sea, que una persona pudo haber salido por esa puerta y cerrarla desde afuera, simplemente?
-Eso, imagínenselo ustedes.
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Mientras tanto, la investigación continúa. La fiscal Viviana Fein hará disparar, de nuevo, la pistola Bersa calibre 22 con la que se disparó la bala que mató a Nisman. Los peritos no encontraron rastros de pólvora en la mano derecha de Nisman. Así que, ahora se analizará el arma con otro tiro para comprobar si deja residuos de pólvora en la piel de quien dispara.
Pero esa no es la única incógnita que se cierne sobre la pistola. El arma se la pidió el sábado Alberto Nisman a un empleado externo de la fiscalía, Diego Lagomarsino, quien se presentó a declarar de forma voluntaria ante Viviana Fein. Lagomarsino, un técnico en informática y electrónica, declaró que Nisman se la había pedido para defenderse por si le pasaba algo. La cuestión es que Nisman tenía dos armas registradas a su nombre. ¿Por qué pidió una prestada?
Otra de las preguntas suscitadas en las últimas horas guarda relación con el secretario de Seguridad, Sergio Berni, hombre de estrecha confianza de la presidenta. Berni ha reconocido que llegó al piso del fiscal Alberto Nisman antes de que lo hicieran la juez y la fiscal encargadas de la investigación de la muerte del funcionario. “Llegué dos minutos antes que el juez, y una hora después llegó la fiscal”, ha asegurado Berni en declaraciones a la cadena TN. “No entré al baño y no dejé que entrara nadie”, ha defendido el miembro del Gobierno de Cristina Fernández, que encontró, a su llegada a la casa, a la madre de Nisman, “a alguien que parecía su tía” y a los guardaespaldas del fiscal.
La fiscal Viviana Fein no ha visto ningún elemento extraño en ese hecho y no le ha tomado declaración. Sin embargo, la diputada opositora Patricia Bullrich, titular de la Comisión de Legislación Penal, ha anunciado que convocará al secretario de Seguridad para que explique por qué llegó al lugar antes que los investigadores judiciales. Por su parte, Berni ha declarado que la discusión sobre su presencia es política y no judicial. “Son cuestiones que han tratado de instalar distintos actores políticos para ponerle más incertidumbre a la que tenemos los argentinos sobre la muerte del señor fiscal. Y ha quedado más que claro con lo que ha dicho la fiscal”, señaló.
Mientras tanto, la investigación continúa. La fiscal Viviana Fein hará disparar, de nuevo, la pistola Bersa calibre 22 con la que se disparó la bala que mató a Nisman. Los peritos no encontraron rastros de pólvora en la mano derecha de Nisman. Así que, ahora se analizará el arma con otro tiro para comprobar si deja residuos de pólvora en la piel de quien dispara.
Pero esa no es la única incógnita que se cierne sobre la pistola. El arma se la pidió el sábado Alberto Nisman a un empleado externo de la fiscalía, Diego Lagomarsino, quien se presentó a declarar de forma voluntaria ante Viviana Fein. Lagomarsino, un técnico en informática y electrónica, declaró que Nisman se la había pedido para defenderse por si le pasaba algo. La cuestión es que Nisman tenía dos armas registradas a su nombre. ¿Por qué pidió una prestada?
Otra de las preguntas suscitadas en las últimas horas guarda relación con el secretario de Seguridad, Sergio Berni, hombre de estrecha confianza de la presidenta. Berni ha reconocido que llegó al piso del fiscal Alberto Nisman antes de que lo hicieran la juez y la fiscal encargadas de la investigación de la muerte del funcionario. “Llegué dos minutos antes que el juez, y una hora después llegó la fiscal”, ha asegurado Berni en declaraciones a la cadena TN. “No entré al baño y no dejé que entrara nadie”, ha defendido el miembro del Gobierno de Cristina Fernández, que encontró, a su llegada a la casa, a la madre de Nisman, “a alguien que parecía su tía” y a los guardaespaldas del fiscal.
La fiscal Viviana Fein no ha visto ningún elemento extraño en ese hecho y no le ha tomado declaración. Sin embargo, la diputada opositora Patricia Bullrich, titular de la Comisión de Legislación Penal, ha anunciado que convocará al secretario de Seguridad para que explique por qué llegó al lugar antes que los investigadores judiciales. Por su parte, Berni ha declarado que la discusión sobre su presencia es política y no judicial. “Son cuestiones que han tratado de instalar distintos actores políticos para ponerle más incertidumbre a la que tenemos los argentinos sobre la muerte del señor fiscal. Y ha quedado más que claro con lo que ha dicho la fiscal”, señaló.
El secretario de Seguridad argentino, número dos de la ministra de Seguridad del Ejecutivo de Fernández, María Cecilia Rodríguez, ha explicado en la entrevista con la cadena los primeros momentos en el lugar de los hechos. La madre de Nisman “suponía que su hijo estaba muerto”, ha asegurado Berni, que ha contado que los guardaespaldas trataron de abrir la puerta del baño, en el que se encontraba el fiscal, pero no pudieron porque el cuerpo de este la atrancaba desde dentro.”Si es un pariente mío, yo me vuelvo loco, yo me vuelvo loco. Imagínese, yo tiro la puerta abajo”, ha añadido el alto cargo, que ha defendido su presencia en el piso para “asegurar que todo se hacía con la mayor transparencia”.
“La preocupación de la madre era que se resguardara todo, y así se dispuso con la custodia de Nisman. Le pedí a la fiscal y al juez que estuviera presente la madre, que tenía miedo de que se sustrajera información importante”, ha detallado el secretario de Seguridad.
Los diarios argentinos recogen, por otro lado, la revelación de la agencia DyN acerca del tercer acceso al apartamento de Nisman (además de la puerta principal y una puerta de servicio). Se trata, según esa información que citan Clarín y La Nación, de un pasadizo que conecta el piso del fiscal con otro “habitado por un ciudadano extranjero, que no es de origen iraní, y en el que están ubicados equipos de aire acondicionado”.
“El pasillo es un estrecho desfiladero; los equipos de aire acondicionado están situados contra una larga pared y hay sobre el lado opuesto una suerte de barral de protección, por el que se desplazan -por ejemplo- los técnicos que son convocados a reparar los equipos de refrigeración”, informa La Nación. En ese pasadizo, los investigadores detectaron una pisada de apariencia reciente en el piso, y sobre el “barral de protección” una huella digital. Ambos rastros han sido enviados a analizar, con el objetivo de determinar si tienen o no relación con la muerte del fiscal. El pasadizo está situado en el decimotercer piso del edificio, donde se encuentra el apartamento de Nisman.