El general John Allen —enviado especial del presidente Obama para la llamada coalición global contra ISIS— formuló esta petición el 17 de septiembre, durante una reunión con interlocutores de la Unión Europea.
La jornada en la ONU estará dedicada, además, a la exposición de diferentes líderes mundiales que continuarán planteando ante la Asamblea General sus principales preocupaciones en temas como la guerra en Siria y el flujo de emigrantes en el Mediterráneo.
Está previsto que este martes intervengan, entre otros, los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Colombia, Juan Manuel Santos, que llega a Nueva York días después de haber firmado en La Habana un acuerdo clave en el proceso de paz con la guerrilla de las FARC.
Los presidentes de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de la República Dominicana, Danilo Medina, son, entre otros, algunos de la treinta de jefes de Estado y de Gobierno que participarán en la sesión del martes en la Asamblea General.
También en la sede de la ONU tendrá lugar una nueva reunión entre Obama y el gobernante cubano, Raúl Castro, la segunda desde que ambos gobernantes comenzaron un proceso de normalización de sus vínculos diplomáticos, en diciembre pasado.
En la jornada del lunes, la primera del debate de alto nivel de la Asamblea General, las exposiciones de líderes como Obama y el presidente ruso, Vladímir Putin, insistieron en la necesidad de poner fin a conflictos armados como el de Siria.
Pero mientras Estados Unidos y Francia dijeron que un final de esa crisis sólo pasa por la salida del presidente de Siria, Bachar al Asad, Putin destacó que el ejército sirio y las milicias kurdas son los únicos que están luchando contra el Estado Islámico.
Pidió que se apoye la vida institucional en Siria, con Al Asad al frente, y echó en cara a las naciones que promovieron la llamada “primavera árabe” que las revueltas han derivado en un descontrol en zonas de Oriente Medio y el norte de África.