Por Polón Vásquez
FILADELFIA, PA—Miles de pequeños negocios que ofrecen servicios múltiples en diferentes condados del Estado de Pennsylvania, enfrentan una seria amenaza y dificultades de trámites con los bancos para conseguir la ayuda económica dispuesta por el gobierno federal y así, recompensar el cierre temporal por la pandemia del coronavirus.
Hasta ahora, los pequeños establecimientos comerciales y tiendas hispanas que funcionan en los 67 condados de Pennsylvania, no han sido inscriptos en la lista de beneficiarios, ni orientados, ni censados para esos fines.
Éste importantísimo sector que dinamiza el, movimiento económico de las ciudades *Condados* y el Estado, paga millones de dólares al año en impuestos a los gobiernos locales, a la administración estatal y al gobierno federal.
Estas administraciones locales, estatales y federal son muy eficientes en sus órdenes y reglamentos para cobrarles religiosamente a esos comerciantes los impuestos del *Tío Sam*, pero a la hora de ayudarlos, como en éste caso son, deficientes, morosos, negligentes y apáticos.
Hace casi un mes que cerraron los negocios en todo el estado, para evitar la propagación de la mortal enfermedad viral *COVID-19* y los fondos federales compensatorios hace tres *3* semanas están disponibles, pero todavía no ha llegado el primer cheque.
Los hispanos, especialmente los dominicanos, mexicanos y otros grupos étnicos no, menos importantes poseen y trabajan diario en bodegas, restaurantes, puestos de gomas, bares, bases de taxis, barberías, discotecas, agencias de servicios múltiples, talleres de mecánica, reposterías, centros cerveceros, salones de belleza, mueblerías, oficinas de abogados y muchos otros centros de servicios a la comunidad.
“Estos dinámicos grupos de comerciantes que tenemos dos, tres y hasta cuatro empleados estamos, desesperados, algunos de nosotros experimentamos ya, signos depresivos y no nos sentimos bien al, no tener en mano el dinero de la renta del local y la paga semanal de nuestros trabajadores”, subrayó el empresario dominicano Vicente Hernandez, que lleva 24 años dedicado a los negocios en el extremo norte de Filadelfia.
Es bien sabido por nosotros y ciertamente es así que, los miles de pequeños empresarios y comerciantes que residen y trabajan en el Estado de Pennsylvania, no saben hablar inglés, no tienen buenas relaciones con los bancos, no están entrenados en tecnologías cibernéticas y esas limitaciones dificultan sus procesos de inclusión.
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“Estos negocios como peluquerías, restaurantes, pequeños colmados y/o agencias de limpiezas, pero lo que estamos viendo es que si los pequeños negocios no tienen una relación con los bancos tradicionales, sino tienen acceso a contables o a Abogados reconocidos, se les hará más difícil el acceso a solicitar ayudas del gobierno federal”, precisó Jennifer Rodríguez presidenta de la Cámara de Comercio Hispana del Gran Filadelfia.
“El distanciamiento social implementado por las autoridades locales y estatales, los obligó a cerrar sus negocios y ahora la preocupación es que después que pase la emergencia de salud, estos comercios queden cerrados permanentemente”, manifestó la líder empresarial de Filadelfia y la región valle Delaware.
“Hay programas y recursos financieros disponibles para pequeñas empresas, pero estamos observando que si los pequeños establecimientos comerciales no tienen accesoria profesional seria, estarían bailando en la cuerda floja”, advirtió Rodríguez.
Jennifer Rodríguez informó que está recibiendo llamadas de distintas partes del Estado de Pennsylvania y la región valle Delaware de comerciantes interesados en saber el destino de los recursos federales y dijo que estos momentos de crisis son vulnerables a las estafas y aconsejo sumamente necesario consultar con la organización empresarial para evitar futuros fraudes lamentables.