Por Lic. Victor R. Martinez
La Organización de Estados Americanos (OEA) en su auditoria para identificar las causas que impidieron las elecciones del 16 de Febrero expresa que no hubo irregularidades externas, sino mala gestión de la Junta Central Electoral (JCE), descargando a esta de mayores responsabilidades y enfocando sus culpas en el departamento técnico de informática de la (JCE).
Dando como resultado, solo el despido fulminante de su director Lic. Miguel Ángel García. Por parte del pleno del órgano electoral.
El costo económico de los comicios
Las suspendidas elecciones municipales del 16 de febrero pasado, les costaron a los contribuyentes dominicanos la frívola suma de $5,200 millones de pesos para la celebración del certamen electoral.
En cualquier empresa con esa astronómicas perdidas, hubieran volados principales cabezas. Esto sin mencionar los daños irreparables por las abortadas elecciones, a la democracia dominicana. . El costo solo en equipo para el voto automatizado fue de $1,000 millones de pesos. Dichos equipos irán a parar quien sabe, a algún vertedero por su inoperatividad.
En ese torneo electoral, estaban en juego 3,849 cargos electivos, en un proceso al que estaban convocados 7.4 millones de dominicanos. Más de 190,000 personas fueron llamadas a realizar un trabajo, entre ellos; funcionarios de colegios, delegados de partidos políticos y miembros de la policía electoral.
La OEA fue muy dócil en el caso dominicano, al momento de definir a los responsable, de este hazme reír electoral. La República dominicana, se ha convertido en un penoso precedente con la anulación de estas elecciones, en todo el continente americano.
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En otros lugares de la américa latina, donde ha habido situaciones de irregularidades electorales, hemos visto al Secretario General de la Organización de Estados Americano (OEA). Dr. Luis Almagro, no solo denunciar esas anomalías, sino que va personalmente a las mismas fronteras a arengar en contra de los líderes de esos regímenes, a los cuales en ningún momento aquí, estamos defendiendo.
Reconocemos y agradecemos los esfuerzos de la OEA, para hacer estas investigaciones, pero sencillamente. Aquí falta gente. No solo los técnicos de la junta central electoral fueron los responsables de este fiasco electoral.
En mayor grado el pleno de la Junta y quien la encabeza, el Dr. Julio Cesar Castaño. También fue responsable el partido de gobierno que entre otras cosas y de manera unilateral, fue quién eligió a esta junta por medio al senado y fue dicho partido el que con más vehemencias defendió el voto automatizado, en menosprecio de las observaciones que hacían los partidos de oposición.
Con la anulación de las elecciones, ante este ignominioso acontecimiento, la juventud dominicana alzo su voz de protesta y fue escuchada más allá de los confines nacionales.
No podemos olvidar que el Dr. Castaño fue en muchas ocasiones insensible en sus decisiones y a veces arrogante. Siempre garantizo que los equipos para el voto electrónico estaban listos y que iban a funcionar sin ningún problema. Poniendo oídos sordos a los reclamos de los demás partidos, ni escuchando sus recomendaciones.
Al respecto, de lo inapropiado que era el uso del voto automatizado en esta etapa de la vida electoral dominicana. Ahí están los amargos resultados que llevaron a suspender las elecciones municipales. Señores de la OEA los técnicos eran los subalternos del pleno de la junta central electoral, no al revés. Como siempre, se ha partido el hilo, por la parte más fina.
