Por Dr. Juan Duran
Ex-catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo
El derecho al voto, una de las grandes conquistas logradas por los dominicanos en el exterior, con la introducción de la ley electoral 275-97 que introdujo la posibilidad de que los dominicanos pudieran votar en el exterior y con la reforma a la Constitución de la República del 26 de enero de 2010, se dio inicio a una nueva etapa: el derecho de los dominicanos que viven fuera del país a contar con representación en el Congreso Nacional.
A partir de la introducción del artículo 81 en la nueva Constitución, la diáspora podrá elegir sus representantes en la Cámara de Diputados. El hecho de que los dominicanos que residen fuera del país puedan participar en la contienda electoral, es la legitimización del sistema democrático y esta vinculado con la universalidad del derecho al voto.
El censo de 1990 en los Estados Unidos, evidenció la persistencia de la comunidad dominicana como la más renuente a hacerse ciudadana estadounidense, esto se debió a que la constitución dominicana de entonces, establecía que se perdía la ciudadanía si se adoptaba otra aparte de la dominicana y gracias a la visión del Dr. José Francisco Peña Gómez de garantizar que no se perdería la ciudadanía dominicana al optar naturalizarse en otro país , permitió a los dominicanos no perder su derecho al voto en el país de origen o en el país de residencia.
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Es entonces que quien otorga el derecho a esa responsabilidad dominicana es el líder José Francisco Peña Gómez, que pasa a ser la figura simbólica del Partido Revolucionario Moderno, quien fue el mayor aportador y un gran visionario, conocedor de las capacidades de la diáspora. En concordancia con este pensamiento es que desde la visión del PRM, encabezado por su líder y candidato presidencial Luis Abinader, se ha planteado la intención de un dialogo en coherencia con el pensamiento Peñagomista, para conocer sus respectivas propuestas y demandas para el nuevo gobierno en República Dominicana.
La importancia del voto de los dominicanos de la diáspora, radica en que los inmigrantes dominicanos son críticos con la gestión desarrollada por la vieja política, no hay forma de amedrentarlos con practicas impropias de los políticos del país, conservando su autonomía y derecho sistémico de elegir a los candidatos que hagan un mejor trabajo por la nación, estos dominicanos tienen una visión y vivencia de institucionalidad la cual se contrapone con la crisis de institucionalidad ética y moral que corroe el Estado dominicano.
Lo coloca como agentes de vigilancia y promotores de los cambios que requiere la sociedad y sus estamentos de dirección pública para recuperar la institucionalidad en la gestión, desterrando el clientelismo manipulador y la gestión publica en beneficio de particulares y en perjuicio del bienestar, la equidad, la justicia y la institucionalidad publica, no puede haber subterfugio alguno para desconocer y violentar el derecho al voto del mayor aportador de recursos para la inclusión económica y social, la mitigación de la pobreza y las carencias que sufren los grupos mas vulnerables y marginados del país.
La diáspora es un ente de cambio universal porque aún en la distancia se preocupa por su país y por su familia, lo que se traduce en su aporte cultural como voceros de la marca país en defensa y representación de los intereses nacionales, su aporte económico sostenido a través del envío de remesas, medicamentos, alimentos y productos de uso cotidiano, así como en el cumplimiento de su deber con el país a través del voto, convirtiéndose en un factor decisivo para el futuro del país.
El valor legislativo que protege y garantiza la ciudadanía dominicana del migrante, le da la posibilidad de ejercer su derecho político y civil en el país que residan, el PRM como receptor de este pensamiento y el líder opositor mayoritario Luis Abinader como proponente está tomando este rol, como una reiteración del compromiso y forma de honrar el pensamiento del Dr. Peña Gómez, quien defendió a capa y espada a los migrantes dominicanos para que preservaran sus derechos ciudadanos en nuestro país y el ejercicio de sus derechos civiles y políticos en el país receptor.
