Los ojos del mundo están en el estado de Georgia que hoy se convertirá en un árbitro de lujo de la política nacional estadounidense este martes 5 de enero, cuando sus elecciones de segunda vuelta para escoger senadores definirá cuál de los dos partidos controlará el Senado.
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Georgia es uno de los pocos estados del país que exige una segunda vuelta cuando ninguno de los aspirantes a senador obtiene al menos la mitad de los votos.
Al no haber reunido el 50% de los votos el pasado 3 de noviembre, los dos senadores republicanos David Perdue y Kelly Loeffler tendrán que medirse con los demócratas Jon Ossoff y Raphael Warnock.
Los comicios de segunda vuelta tendrán lugar en un ambiente político muy conflictivo y sin precedentes. El presidente electo Joe Biden se convirtió en el primer demócrata en imponerse en ese estado durante las últimas tres décadas por casi 12,000 votos gracias a una movilización sin precedentes de los votantes de minorías étnicas.
Pero el mandatario republicano Donald Trump ha rehusado reconocer la aplastante derrota que sufrió ante Biden en el Colegio Electoral y en el voto popular.
Trump llamó el pasado fin de semana a las autoridades republicanas de Georgia para pedirles, entre descalificaciones y amenazas, que reviertan el triunfo de Biden pese a que el Colegio Electoral ya emitió el mes pasado sus votos presidenciales a favor del demócrata.
