El presidente electo, Joe Biden, presentó este jueves un plan de ayudas por $1.9 billones para frenar la pandemia del coronavirus y el golpe que ha ocasionado el cierre de miles de negocios y dejado a millones sin empleo y a la economía ante un prolongado camino de recuperación.
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La propuesta contiene tres puntos principales: más ayuda de forma directa para los hogares del país con un nuevo cheque de estímulo y una ampliación de los beneficios por desempleo, fondos para acelerar el masivo plan de vacunación y más dinero para los gobiernos estatales y locales.
Bautizado como el ‘Plan de Rescate Estadounidense’, el monto del paquete presentado se asemeja al del Cares Act aprobado en marzo del año pasado cuando la pandemia recién arreciaba y al número que por meses estuvieron pidiendo los demócratas en las agrias negociaciones con los republicanos. El plan deberá recibir luz verde en el Congreso, donde ahora los demócratas tienen una muy ajustada mayoría en la clave Cámara Alta.
“Durante esta pandemia, millones de estadounidenses, sin tener la culpa, han perdido la dignidad y el respeto que viene con un trabajo y un cheque de pago (…) Hay un dolor real que abruma a la economía real”, dijo Biden durante un mensaje dirigido a la nación.
“No podemos dejar que las personas pasen hambre, que sean desalojadas (…) Tenemos que actuar y tenemos que actuar ahora”, señaló.
¿Qué incluye?
– Un nuevo cheque: de $1,400 para la mayoría de los estadounidenses, que al sumarse a los $600 proporcionados en el proyecto de ley que fue aprobado recientemente, llevarían el total a los $2,000 que había mencionado Biden y que habían sido propuestos por los demócratas el año pasado.
– Más ayuda por desempleo: Biden ha pedido que se eleve a $400 semanales, desde $300, el beneficio adicional que se suma a lo que habitualmente entrega cada estado hasta fines de septiembre de este año. También buscará extender este subsidio para las personas que trabajan de forma independiente y quienes han agotado ya los beneficios que le correspondían por haberse quedado sin un trabajo.
– Extiende la moratoria a los desalojos: el plan pide que la moratoria a los desalojos y algunas ejecuciones hipotecarias hasta fines de septiembre. Asimismo, que el Congreso provea fondos por una cantidad no especificada para que las familias que afrontan un desalojo o ejecución hipotecaria –que en inglés de conoce como foreclosure– puedan acceder a ayuda legal.
– Dinero para acelerar un esfuerzo de vacunación que va a un ritmo mucho más lento del estimado: destina $160,000 millones para el programa de vacunación en el país y $20,000 millones para las tareas de distribución de las dosis, que incluye el lanzamiento de centros comunitarios de vacunación en todo el país y el despliegue de unidades móviles de vacunación en áreas de difícil acceso. Uno de los objetivos cruciales de Biden es lograr que sean administradas 100 millones de dosis de la vacuna contra el covid-19 en los primeros 100 días de su gobierno.
– Elevar el salario mínimo federal a $15 por hora y $350,000 millones de dólares en fondos de emergencia para gobiernos estatales y locales.
– Fondos para que también se aumente la cantidad de pruebas: $50,000 millones de dólares para estos test, expandir la capacidad de los laboratorios y apoyo para ayudar a las escuelas y los gobiernos locales a implementar protocolos de prueba frecuentemente. El plan busca, además, expandir la fuerza laboral de la salud pública en 100,000 trabajadores que serán contratados para trabajar en sus comunidades locales.
– Dinero para las escuelas: $170,000 millones para invertirlos en las escuelas e instituciones de educación superior, incluyendo $130,000 millones para ayudar a que esos lugares reabran de manera segura.
Ayuda necesaria del Congreso
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, dijeron que se moverán rápidamente para aprobar la legislación y llevarla al escritorio de Biden para su firma.
“Después de que el Congreso aprobó el proyecto de ley de ayuda de emergencia más reciente en diciembre, los demócratas dejaron claro que se necesitaba hacer mucho más”, dijeron los dos líderes en un comunicado. “Nos complace que el paquete Biden-Harris incluya mucho de lo que los demócratas del Congreso han estado luchando”, agregaron.
El paquete, sin embargo, afrontará probablemente obstáculos entre los republicanos, renuentes a engrosar el déficit presupuestario y más proclives a brindar ayudas de forma específica. El plan de diciembre fue aprobado tras meses de idas y venidas y cuando habían vencido ya todas las ayudas autorizadas anteriormente.
Mientras tanto, el virus no da tregua en el país, donde más de 385,000 personas han muerto a causa del virus.
Asimismo, las cifras oficiales siguen reflejando el impacto prolongado de la crisis: este mismo jueves fue informado un aumento en las solicitudes semanales del subsidio por desempleo, que se ubicaron en casi 1 millón y cerca de los niveles preocupantes de marzo del año pasado.