El presidente asumió en enero las riendas de un país que se enfrentaba a una crisis económica y de salud por la pandemia, con profundas divisiones políticas y renovados reclamos para acabar con la desigualdad racial. El arribo de migrantes en niveles inesperadamente altos ha complicado también el margen de maniobra de su incipiente gobierno. Repasamos algunas de las promesas que ha cumplido y en qué punto se encuentran las que le restan por lograr.
CENTROS DE DETENCIÓN
Durante la campaña tanto Kamala Harris como Joe Biden repitieron en varias ocasiones que cerrarían los centros de detención para menores, pero la realidad superó con creces las promesas migratorias. Desde que asumieron el poder se encontraron con la frontera desbordada con la llegada de menores no acompañados y sus planes han sido inviables.
Tras llegar a la Casa Blanca, Joe Biden revirtió las principales políticas migratorias de su antecesor y dejó en claro que su política tenía como objetivo hacer de Estados Unidos un país más seguro, más fuerte y más próspero con ”un sistema de inmigración justo”, pero cumplir estas promesas llevará más tiempo del que pensaba. Reparar la frontera no solo depende de un discurso, sino de la modernización de un sistema obsoleto que no tiene capacidad de respuesta para atender y solucionar la crisis.
“Hemos tomado la decisión de que el enfoque humano y moral es mantener a los niños seguros”
Promesa cumplida!!
VACUNACIÓN
Una promesa que el equipo de Biden catalogó como ambiciosa, pero para otros fue una apuesta segura. Administrar 100 millones de dosis de la vacuna contra el covid-19 tomó 65 días, por lo que el presidente duplicó sobre la marcha a 200 millones su meta inicial para los primeros 100 días de su gobierno. Esa nueva valla se alcanzó en el día 92. Sin embargo, el escepticismo de algunas personas frente al antídoto que puede ayudar a poner fin a la pandemia amenaza con desacelerar el ritmo de inmunización. Asimismo, persiste una brecha significativa entre la cantidad de blancos y de hispanos y afroestadounidenses que han podido ser vacunados.
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PAQUETE DE AYUDA
Aprobar un nuevo plan de estímulo fue la primera gran promesa económica del mandatario. Logró más pagos directos a los hogares y ampliar los beneficios por desempleo y otras ayudas de los paquetes anteriores para sobrellevar el inédito golpe de la pandemia. Sin embargo, su Plan de Rescate Estadounidense terminó siendo aprobado con un mecanismo especial del Congreso sin el apoyo de los republicanos, no con el apoyo bipartidista que prometió al llegar al poder.
SALARIO MÍNIMO
Llevar el salario mínimo federal hasta los 15 dólares la hora luce como una promesa difícil de cumplir para Biden. El mayor esfuerzo hecho por la Casa Blanca en estos 100 días fue incluir esta iniciativa dentro del más reciente paquete de estímulo. Pero fracasó y fue retirada del acuerdo final sin siquiera contar con un consenso entre los mismos demócratas. Algunos, como el senador moderado Joe Manchin, han propuesto un umbral más bajo de $11 por hora. Sin embargo, acercar posiciones para aprobar la primera alza del salario mínimo desde 2009 aún es un tema con opiniones ampliamente disidentes en el Congreso.
REFORMA POLICIAL
Biden asumió las riendas en medio de un álgido reclamo para acabar con el racismo y la mano dura con la que los policías tratan a los negros e hispanos, especialmente tras el asesinato de George Floyd durante un arresto el año pasado. Lo hizo prometiendo crear una comisión de supervisión de las fuerzas policiales del país. Pero cambió su plan para centrar esos esfuerzos en impulsar un proyecto ley que lleva el nombre de Floyd y que busca lograr cambios en las prácticas policíacas. En este asunto, su gobierno sí ha tomado pasos más enfocados. Por ejemplo, tras el histórico veredicto de culpabilidad contra el agente que mató a Floyd, el fiscal general abrió una investigación al Departamento de Policía de Minnesota, para determinar si sus prácticas han sido ilegales o inconstitucionales.
CAMBIO CLIMÁTICO
Este es un asunto que puede dar frutos a largo plazo, pero en el que Biden comenzó a dar los primeros pasos. Reincorporó a Estados Unidos al Acuerdo de París y recientemente encabezó una cumbre climática con líderes de todo el mundo, una postura diametralmente opuesta a la de su antecesor, Donald Trump. El mandatario trazó metas ambiciosas que no se cumplirían durante su administración, como reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero del país para 2030. Para lograrlo cuenta con el respaldo de grandes empresas estadounidenses, sin embargo, ello requerirá fuertes inversiones para incrementar la producción de energías renovables y de vehículos eléctricos.