Miles de personas tomaron las calles de varias localidades de Cuba este domingo en unas protestas que no se veían en el país caribeño desde hace tres décadas. La imagen sorprendió al mundo, que este lunes se pregunta si comienza una ola de manifestaciones en Cuba, como las ha habido recientemente en otros países de la región, y también por qué ahora.
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En redes sociales, activistas, periodistas y otros ciudadanos cubanos denunciaron y publicaron imágenes sobre la represión policial en las protestas y la desaparición de manifestantes. No hay una cifra oficial de detenidos, pero medios acreditados en la isla como la agencia Efe y la agencia AFP hablan de “cientos” y de “numerosos” arrestos, respectivamente. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también ha recogido estas denuncias.
Un videógrafo de la agencia estadounidense AP fue agredido por un grupo progubernamental, mientras que un fotógrafo de la misma agencia resultó herido por la policía cubana, según informó la empresa de medios.
En ese marco, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel instó el domingo a sus partidarios a salir a las calles listos para el “combate”, como respuesta a las protestas . “La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios”, exhortó en una comparecencia televisiva especial.
Tras ese mensaje, el gobierno de EEUU dijo estar “muy preocupado” por que el mandatario cubano llame “al combate”, al tiempo que defendió “la libertad de expresión y reunión” en la isla, en un mensaje en Twitter de la subsecretaria de Estado interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de EE.UU., Julie Chung.
Este lunes, el presidente Joe Biden, expresó su apoyo al pueblo cubano en estas protestas, que calificó como “un llamado a la libertad” en “valiente” ejercicio de los “derechos fundamentales”.
En el lado opuesto del tablero internacional, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó este lunes las políticas “intervencionistas” sobre la situación en Cuba y ofreció la ayuda de su país “con medicamentos y con vacunas”.
Cuba amaneció este lunes en aparente calma, sin servicio de internet móvil y con la incertidumbre de si se mantendrán las protestas, mientras su presidente Díaz-Canel compareció a primera hora de la mañana para condenar las manifestaciones como “acciones para intentar desprestigiar al gobierno y a la revolución cubana”.
La campaña “SOS Cuba” ha partido de la sociedad civil y ha ganado visibilidad internacional gracias a los cubanos fuera de la isla.
Esta plataforma recoge numerosas demandas ciudadanas y una de las principales es el desabastecimiento generalizado tanto de alimentos como de medicinas y otros productos imprescindibles, pero también de servicios básicos como la electricidad.
Los largos “apagones” fueron uno de los detonantes tras las protestas del domingo, apagones que en el interior de Cuba se han multiplicado en las últimas semanas en medio del intenso calor.
Los responsables de Energía en el país han atribuido los cortes a averías en las principales centrales termoeléctricas de la isla y al aumento de la demanda energética, y han prometido que la estabilidad del servicio se restablecerá a partir de mañana martes, según reporta Efe.
Cuba cerró la semana pasada con 6,923 nuevos casos de covid-19 y 47 fallecidos en la última jornada de ese recuento, las peores cifras en los 16 meses de pandemia en la isla.
La tercera ola de la pandemia, que impacta la isla desde principios de este año, se ha disparado en las últimas semanas con niveles de transmisión muy elevados, algo que las autoridades atribuyen a las variantes del virus y al “incumplimiento” de las medidas de control.
Las instituciones sanitarias de la isla enfrentan tanto la sobrecarga como el desabastecimiento de insumos para tratar a los pacientes.
En cuanto a la vacunación, Cuba depende de sí misma. De los 11,2 millones de habitantes de Cuba, más de 1,6 millones (el 14,7 por ciento) han recibido la pauta completa de sus propias fórmulas de inmunización como parte de los ensayos clínicos y estudios.
Cuba no forma parte del mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS) creado para que los países de ingresos medios y bajos accedan a las vacunas, ni tampoco las ha comprado en el mercado internacional.
El grito común a las protestas que se dieron el domingo en varias localidades cubanas fue “libertad”.
“¡Cuba no es tuya!”, gritaba una multitud reunida frente a las oficinas del Partido Comunista (PCC), la única formación política autorizada en Cuba.
“Tenemos hambre”, “Libertad”, “Abajo la dictadura” fueron otras de las consignas que corearon durante esa jornada histórica.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció en varios mensajes en Twitter que ha recibido información sobre el “uso de la fuerza, detenciones, agresiones a manifestantes y periodistas, además de cortes de la señal de Internet”.
El organismo, con sede en Washington, señala además que las protestas se han convocado “por la escasez de alimentos y medicinas, y la falta de garantías a la libertad de expresión y participación plural sobre asuntos de interés público”.
La CIDH llamó al Gobierno de Cuba a “cumplir con sus obligaciones de Derechos Humanos, en particular el derecho a la protesta; además, la reiterada recomendación (la CIDH la hace recurrentemente al Gobierno cubano) de apertura democrática de la isla y el deber de compatibilizar la institucionalidad con los estándares interamericanos”.