El anuncio del Pentágono termina con una caótica y sangrienta retirada que inició pocos días antes de que el grupo Talibán completara un sorpresivo avance que los llevó a controlar el poder en Kabul el pasado 15 de agosto y que deja en la incertidumbre a millones de afganos.
A las 11:59 pm de este lunes, hora de Afganistán, Estados Unidos completó la retirada de tropas de ese país asiático. Un día y minuto antes de la fecha en que el presidente Joe Biden había puesto como límite para abandonar el país tras 20 años de ocupación militar.
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El último uniformado estadounidense en salir fue el general Chris Donahue, según un mensaje publicado por el Departamento de Defensa en su cuenta Twitter.
El general Frank McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos, dijo que el último vuelo de Kabul despegó hacia las 3:29 pm, hora de Washington DC, un minuto antes de la medianoche en Afganistán. McKenzie explicó que algunos ciudadanos estadounidenses, de quienes dijo “eran pocos”, habían quedado en Afganistán, aunque aseguró que aún podrían salir del país.
La retirada pone punto final a la guerra más larga en la historia de Estados Unidos, un colofón salpicado por un atentado a las afueras del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul que le costó la vida a 169 afganos y 13 militares estadounidenses.
Algunos de los militares caídos rondaban la veintena de años: unos no habían nacido y otros eran unos bebés cuando empezó el conflicto.
Los últimos vuelos militares desde la terminal aérea pusieron fin a dos semanas en las que miles de tropas intentaron evacuar a decenas de miles de afganos, estadounidenses y ciudadanos de otros países que buscaban escapar del regreso al poder del Talibán.
Fue el último capítulo de una guerra que comenzó en respuesta de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, que dejaron cerca de 3,000 muertos en Nueva York, Washington DC y Pennsylvania.
Triunfo y derrota
La accidentada retirada de las tropas estadounidenses ha supuesto el primer gran golpe para el gobierno de Biden, que ha enfrentado críticas de republicanos y demócratas por igual por la manera como se llevó a cabo la fase final de la operación.
Biden se ha defendido argumentando que no había opción para una retirada ordenada y afirmó que extender la presencia militar de EEUU en Afganistán estaba fuera de discusión.
Originalmente el retiro estaba pactado para el 31 de mayo, según el acuerdo que el expresidente Donald Trump negoció con los talibanes en febrero del año pasado.
Cuando Trump llegó a la Casa Blanca, en 2017, dijo que su intención era salir de Afganistán, pero luego cambió su postura y añadió varios miles de efectivos estadounidenses y escaló los ataques contra los talibanes.
Dos años después, su administración estaba buscando un acuerdo con el grupo y en febrero de 2020 las dos partes firmaron un acuerdo que incluía una retirada completa de Estados Unidos para mayo de 2021 y la liberación de 5,000 talibanes presos en cárceles de Pakistán y Afganistán.
A cambio, los talibanes prometieron no atacar a las tropas estadounidenses, entablar negociaciones de paz con el gobierno afgano respaldado por los aliados y no dejar que el país se convirtiera de nuevo en refugio de terroristas.
Biden sopesó los consejos de los miembros de su equipo de seguridad nacional que abogaron por retener a los 2,500 soldados que estaban en Afganistán cuando asumió el cargo en enero. Pero a mediados de abril anunció su decisión de retirarse por completo e inicialmente fijó septiembre como fecha límite para salir.
Desde que los talibanes se hicieron con el poder el 15 de agosto, el aeropuerto de Kabul se convirtió en el último bastión de una guerra de 20 años que cobró la vida de más de 2,400 soldados estadounidenses y al menos 150,000 militares y civiles afganos, según datos del Costs of War Project un centro de análisis de las universidades de Brown y Harvard.
Los talibanes impulsaron una ofensiva y a principios de agosto se hicieron con el poder en ciudades clave, incluidas varias capitales de provincia.
El ejército afgano se derrumbó, a veces rindiéndose en lugar de dar la batalla, y poco después de que el presidente Ashraf Ghani huyera del país, los talibanes entraron en Kabul y asumieron el control.
Quedan varias incógnitas sobre por qué el fin de la guerra ocurrió en estas circunstancias.