El presidente Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden, recibieron al expresidente Barack Obama, y a la ex primera dama, Michelle Obama, para la presentación de sus retratos oficiales que quedarán para la posteridad en las paredes de la Casa Blanca.
Reanudando una tradición que quedó en el olvido bajo la presidencia de Donald Trump porque en su mandato no se dieron a conocer los retratos de los Obama, los Biden retoman la costumbre de hacer públicos los cuadros de sus antecesores.
Biden , quien se desempeñó como vicepresidente durante los dos mandatos de Obama, abrió la ceremonia dándoles la bienvenida a la pareja que fuera la primera afroamericana en llegar a la Casa Blanca: “Bienvenidos a casa”, dijo el presidente, a lo que los presentes respondieron con una ovación.
Una tradición rota en la era Trump
Los Obama revelan sus retratos oficiales de la Casa Blanca, que quedarán para la posteridad en la mansión presidencial.
Por lo general, los retratos de expresidentes y primeras damas han sido colgados en los pasillos de la Casa Blanca tras ceremonias organizadas por los sucesores. Así fue el caso de Obama quien recibió a George W. Bush, un republicano, y a su esposa Laura Bush en la revelación de sus retratos en 2012. Sin embargo, Trump se negó a invitar a los Obama, en medio del desprecio entre ambos líderes.
Sin embargo, Trump se negó a invitar a los Obama, en medio del desprecio entre ambos líderes tras la sorpresiva victoria electoral del republicano en 2016, y la tradición se detuvo.
Según informes, Trump, quien ha roto las normas y las tradiciones presidenciales de diferentes maneras, incluso ordenó que se quitaran los retratos de Bush y su predecesor Bill Clinton de las paredes del Gran Vestíbulo de la Casa Blanca y se almacenaran.
Sin embargo, un retrato de Hillary Clinton, la ex primera dama a la que Trump derrotó en la campaña presidencial, permaneció visible en un pasillo inferior durante su complicado mandato.
Las pinturas de los Obama permanecieron estrictamente en secreto, pero hay expectativas de que la ex primera pareja elegiría un estilo algo diferente a los retratos a menudo sencillos del pasado.
En cuanto a Trump, la administración de Biden dice que no tiene voz directa sobre si su propio retrato podría colgarse o cuándo. No está claro si el expresidente, ahora en grave peligro legal tras el descubrimiento de documentos top secret que fueron llevados de la Casa Blanca a la casa de Trump en Florida, ha encargado siquiera una pintura oficial.