Advertisement
Internacionales Noticias

Aumenta la tensión entre EEUU y Venezuela tras restricción de visas

 Nicolás Maduro presidente de Venezuela
Nicolás Maduro presidente de Venezuela

Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela se tornaron más hostiles este lunes, cuando Washington impuso nuevas restricciones de visas a funcionarios venezolanos y sus familiares, y el presidente de Venezuela acusó al vicepresidente Joe Biden de planear su derrocamiento.

Thus, the necessary on line viagra medications will be delivered right at your door in the pre-defined time constraint. Activate Saliva Your body is the best defense against generic cialis various cavities is saliva. You viagra soft pills can personally enroll as many as you want. Usually, you will find some of the viagra uk without prescription , and also the good results in treating the chronic pains such as Lower Back Pain Austin.

El Departamento de Estado dijo que funcionarios venezolanos en retiro y en activo que se cree tienen vinculación con abusos a los derechos humanos o corrupción quedarían sujetos a las restricciones, que prohíben a esos individuos entrar en Estados Unidos. Y por primera vez, Washington indicó que la prohibición se aplicaría también a los familiares cercanos de esos individuos.
“Estamos enviando un mensaje muy claro que los violadores de derechos humanos y aquéllos que se benefician de la corrupción, y sus familias, no son bienvenidos en Estados Unidos”, señaló la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
“Al ignorar los repetidos llamados a un cambio, por parte de gobiernos, líderes respetados y grupos de expertos, el gobierno venezolano ha continuado demostrando una falta de respeto por los derechos humanos y las libertados fundamentales”, dijo Psaki, en un comunicado.
Según Washington, Caracas ha intentado “sofocar la disidencia” arremetiendo contra manifestantes que protestan por el deterioro de la situación política, económica y de seguridad.
Además, la corrupción está “contribuyendo al rápido empeoramiento de las condiciones sociales y económicas en Venezuela”, señaló la nota.
Por segunda vez en seis semanas, Washington impone sanciones contra funcionarios venezolanos, pero esta vez la medida surge enteramente del Ejecutivo y no por iniciativa de los legisladores.
El presidente Barack Obama firmó el 19 de diciembre una ley, aprobada previamente por las dos cámaras del Congreso, que congela los bienes y cancela las visas a funcionarios venezolanos señalados de cometer violaciones de derechos humanos durante las protestas antigubernamentales que sacudieron Venezuela a inicios de 2014.
Al igual que en aquella oportunidad, el gobierno estadounidense omitió detallar el número de funcionarios o exfuncionarios venezolanos afectados por la medida o sus nombres, alegando leyes de confidencialidad.
Washington se cuidó también de enfatizar que la nueva medida “es específica para individuos y no están dirigidas contra el país o sus habitantes”.
Caracas y Washington mantienen tensas relaciones diplomáticas desde la llegada al poder del luego fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013).
La tirantez diplomática ya provocó que en 2010 se retiraran los embajadores, y en los últimos dos años, la expulsión de al menos ocho diplomáticos estadounidenses.
Estados Unidos, no obstante, es el principal comprador del petróleo venezolano.
EEUU se defiende de acusaciones
Al mismo tiempo, Estados Unidos tachó de “ridícula” una afirmación del presidente venezolano, Nicolás Maduro, acerca de que el vicepresidente Biden había conspirado en su contra.
En una intervención televisada el fin de semana, Maduro alegó que Biden trató de fomentar el derrocamiento de su gobierno socialista durante una reunión cumbre caribeña de asuntos energéticos que Biden presidió el mes pasado en Washington. Según Maduro, el vicepresidente dijo a los jefes de Estado caribeños que el gobierno de Venezuela tenía los días contados y que deberían dejar de apoyarlo.
“El objetivo era influir sobre la CELAC… y el vicepresidente de Estados Unidos no tuvo pelitos en la lengua”, aseveró Maduro. “Habló abierta y directamente sobre Venezuela y dijo cosas graves, y en privado dijo cosas más graves”.
Maduro no hizo referencia al desmentido difundido el lunes por la oficina del vicepresidente en Washington.
Pero el mandatario venezolano insistió en que le daba “el beneficio de la duda” al presidente Barack Obama, al afirmar que tiene la “percepción” que su contraparte estadounidense no recibe la información debida sobre Venezuela.
El despacho de Biden agregó en un comunicado que las acusaciones de Maduro “son claramente un esfuerzo por distraer la atención de la preocupante situación en Venezuela, que incluye repetidas violaciones a la libertad de expresión, de reunión y del debido proceso”.
Maduro, quien batalla por mantener a flote la economía venezolana, acusa con frecuencia a gobiernos extranjeros de conspiraciones, intentos de golpe y planes de asesinato, incluido Estados Unidos.
El intercambio de críticas socava las esperanzas de que Washington y Caracas puedan mejorar sus relaciones tras un rápido deterioro de sus lazos el año pasado.
Semejante retórica contrasta con lo sucedido el mes pasado, cuando Biden y Maduro conversaron el día de Año Nuevo al margen de la ceremonia de juramentación de la presidenta brasileña Dilma Rousseff. Una foto de Biden y Maduro sonriendo cordialmente se convirtió en un meme en Venezuela, y Maduro calificó el encuentro de “cordial”.
Funcionarios estadounidenses dijeron que fue después de ese encuentro que Biden discutió formas en que Venezuela podía mejorar sus relaciones con Estados Unidos, incluida la liberación de prisioneros políticos.