- Autor,Ege Tatlici y Selin Girit
- Título del autor,Servicio Mundial de la BBC
Los Lobos Grises, un movimiento político de extrema derecha en Turquía, están atrayendo cada vez más la atención fuera de las fronteras de ese país. Lo mismo está pasando con el gesto que hacen con la mano, que representa la cabeza de un lobo.
El “saludo del lobo” recientemente causó una gran polémica durante el campeonato europeo de fútbol 2024, cuando el jugador de la selección turca Merih Demiral hizo el gesto con la mano después de marcar un gol en el partido contra Austria que su selección ganó por 2-1.
“Los símbolos de los extremistas de derecha turcos no tienen cabida en nuestros estadios”, declaró la ministra del Interior de Alemania, Nancy Faeser, en un comunicado en la plataforma X. La UEFA suspendió posteriormente a Demiral por dos partidos.
Turquía reaccionó acusando al gobierno de Berlín de “xenofobia” por sus críticas al saludo del lobo, y el presidente turco Erdogan salió en defensa de Demiral.
Para muchos, el saludo del lobo está directamente asociado con la organización los Lobos Grises, conocida también bajo el nombre de “Hogares Idealistas”. Es el ala de las juventudes ultranacionalistas del Partido de Acción Nacionalista (MHP) en Turquía, que está aliado al gobernante partido del presidente Erdogan, AKP.
Ni el saludo del lobo ni la organización los Lobos Grises están proscritos en Alemania. Pero Austria y Francia han adoptado una postura más fuerte, con el primer país prohibiendo el gesto y el segundo vetando todas las actividades de la organización.
Diáspora turca
“Cuando hablamos del movimiento de los Lobos Grises en Alemania, a lo que realmente nos referimos es a un ecosistema mucho más amplio de clubes, de cafés, de asociaciones comunitarias locales”, explica Burcu Ozcelik, investigadora superior en Seguridad de Medio Oriente del Instituto de Servicios Reales Unidos (RUSI), un centro de estudios en Reino Unido.
Ozcelik señala que las personas que se asocian con los Lobos Grises en Alemania tienen diferentes grados de vinculación, membrecía o compromiso con el grupo y sus afiliaciones son mayoritariamente fluidas.
La oficina federal de Alemania para la protección de la Constitución (BfV) clasifica a los Lobos Grises como un grupo extremista de derecha con entre 18.500 y 20.000 miembros en ese país.
Los turcos componen el principal grupo étnico minoritario en Alemania, con un total aproximado de tres millones de ciudadanos turcos y alemanes de ascendencia turca. La población total de Alemania es de unos 84 millones.
“Entre la mayoría de la diáspora turca en Europa, las tendencias y los símbolos nacionalistas son bastante fuertes”, comenta el periodista Kemal Can, experto en nacionalismo turco.
“Los islamistas y nacionalistas en Europa están organizados. De manera que a los gobiernos europeos generalmente les preocupa que estas organizaciones políticas, o estructuras criminales, puedan tener el potencial de causar tensión”, dice.
“Quieren introducir mecanismos para restringir no sólo sus propios grupos de extrema derecha, sino aquellos dentro de las comunidades migrantes”.
Acción violenta
Los Lobos Grises han sido acusados de varios actos de violencia tanto en Turquía como en Europa desde la década de los 70.
Uno de los casos de más alto perfil que involucró a la organización fue el atentado de asesinato contra el papa Juan Pablo II en 1981 por Mehmet Ali Agca, un miembro de los Lobos Grises.
El sumo pontífice de la Iglesia Católica fue gravemente herido de bala en el ataque.
El grupo también estuvo envuelto en disturbios callejeros en Turquía en los años 70 y 80, cuando sus integrantes participaron en enfrentamientos armados de guerrilla urbana contra milicianos de izquierda.
Se cree que los Lobos Grises tienen vínculos con el “estado turco profundo”, una supuesta red de poderosas y antidemocráticas coaliciones dentro de las estructuras políticas y burocráticas de Turquía.
En años recientes, también ha habido enfrentamientos callejeros en poblaciones europeas donde los Lobos Grises estaban implicados.
La analista política Burcu Ozcelik indica que estos incidentes crearon un ambiente de miedo, generando un debate más amplio de cómo lidiar con el grupo.
A pesar de ser polémico, en Alemania los Lobos Grises no son un grupo ilegal. Pero en Austria se les prohibió hacer el gesto del lobo en 2019, y Francia vetó del todo cualquier actividad de los Lobos Grises en 2020.
En 2021, el Parlamento Europeo recomendó que los Lobos Grises fueran incluidos en la lista de terroristas de la UE.
El debate en torno a la organización va más allá de las fronteras de Europa.
En Azerbaiyán, un país con estrechos vínculos históricos y lingüísticos con Turquía, el grupo intentó capitalizar con el fortalecimiento del nacionalismo es ese país tras el colapso de la Unión Soviética en 1991.
“Los Lobos Grises causaron polémica en Azerbaiyán después de su supuesta participación en un conato de golpe en 1995 contra Heydar Aliyev, el padre del actual presidente Ilham Aliyev”, señaló Könül Khalilova, editora de BBC News Azerbaijani.
“Heydar Alizyev, un exgeneral de la KGB, veía a este grupo como una amenaza para su régimen. Como resultado, los Lobos Grises fueron proscritos en Azerbaiyán y su líder dado de baja durante el intento de golpe”.
En 2005, Kazajistán, un país en Asia Central que también tiene múltiples vínculos históricos con Turquía a través del idioma y la cultura, también declaró ilegal a la organización, clasificándola como un “grupo terrorista”.
Turquía afirma que no existe un movimiento llamado los Lobos Grises y que prohibir el saludo del lobo es inaceptable.