Por Fausto Herrera Catalino
Como dice el presente título, el presidente Medina en su investidura como candidato a la reelección, rehuyó transparentar uno de los pecados capitales durante su mandato.
En una anterior ocasión el mandatario llegó al extremo de argüir “no tirar ladrillo hacia atrás”. Es la confección sin escrúpulos de la cohabitación con la impunidad. Por lo tanto, de acuerdo con su retórica “pueden estar seguros, en la batalla por la honestidad y el cumplimiento de la ley estamos y estaremos siempre del mismo lado”, es decir, continuará haciendo lo mismo. En consecuencia, no es acreedor de la confianza ciudadana para cuatro años más.
En el discurso de proclamación, el presidente negó su juramento cuando argumentó “La diferencia es la forma en que cada país lidia con ella” en referencia a la corrupción administrativa
Sostiene, a ese respecto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID): “La corrupción constituye no solo un problema ético y moral, sino esencialmente un obstáculo práctico para el desarrollo bajo un régimen democrático”.
Kamagra 100mg is a cheap and effective pill for treating impotence that other ED pills such as cialis price australia were unable to treat. These supplements cialis generic 5mg include natural ingredients such as nutrients and herbs which stimulate higher blood flow into the sexual system, enhancing satisfaction. Is the service generic viagra buy affordable or beyond your limit! True that some company’s charge huge prices for their services. You must keep viagra online cheap a check whether your sexual sessions are satisfying for both of you or not.
Según la publicación “La corrupción sin castigo” de Participación Ciudadana, en la presente administración se registra una adoración a la “diosa de la corrupción.” Los megas robos abundan y recientes desmanes aún permanecen ocultos.
Es inexcusable la conducta de tolerancia total asumida por el presidente ante los múltiples casos de la corrupción desenfrenada.
Pertinente es preguntarle señor presidente ¿Dónde se originan los actos de corrupción? ¿O, acaso estamentos del poder en complicidad han pervertido la majestad de la justicia?
Los hechos anularon las falacias oficiales de transparencia, el presidente no actuó ante el rumor público ni ante las acusaciones y sometimientos por prevaricación; pero sí ordenó tropas policiales para reprimir a ciudadanos que luchan contra el robo del erario público. Por ejemplo, los atropellos a ciudadanos durante protesta ante la OISOE.
En definitiva, la oferta al tenor reeleccionista “actuamos fuertemente en acciones preventivas y saneadoras y junto a los otros poderes del Estado crearemos mejores mecanismos de control y seguimiento de la ley”, es la admisión del gran fracaso de la clase política que ha gobernado el país.
2 de febrero de 2016