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Inmigración lleva al límite a los republicanos en debate de Texas

Debate presidencial republicano
Debate presidencial republicano

Fue un boxeo de palabras. Marco Rubio, Donald Trump y Ted Cruz no dejaron nada en pie en el último debate republicano celebrado en la Universidad de Houston. Los insultos y acusaciones entre los candidatos no pararon, sobre todo cuando se concentraron en inmigración y el voto hispano.
Fue una noche de peleas y todos lo esperaban. Con 155 delegados, Texas es el premio mayor del Súper Martes (1 de marzo) y los tres candidatos que lideran las encuestas lo apostaron todo.

Pero la controversia comenzó incluso antes que se subieran al escenario. Los republicanos llegaron a la Universidad de Houston, para ser recibidos con una bulliciosa manifestación de diversos grupos de derechos civiles.

“Cuando atacan a los afroamericanos ¿qué decimos?, luchamos en contra; cuando atacan a los latinos ¿qué decimos?, luchamos en contra!!”, gritaban los manifestantes.

“Donald Trump es un racista, no quiere a los mexicanos, nos está tratando a la patada, no es justo. Tenemos la misma sangre en las venas” gritaba Debora Castillo mientras sujetaba la bandera mexicana.

“Es inaudito que estos hombres puedan venir a una ciudad tan diversa como esta a hablar. Ellos no representan al 99% de la gente. Trump es el peor, pero todo ellos representan a los ricos. Es muy irónico tenerlos aquí, en una universidad tan diversa”, aseguró Gloria Rubac, una conocida activista local.

Los gritos de los manifestantes no se alcanzaban a oír en el escenario, pero los que sí resonaron con fuerza fueron los ataques entre Cruz, Rubio y Trump. Los otros precandidatos John Kasich y Ben Carson intentaron intervenir con dificultad. Carson incluso lanzó un gracioso: “Por favor, que alguien me ataque”.

En ciertos momentos era difícil distinguir qué estaban diciendo. Se interrumpieron, se apuntaron con el dedo, se gritaron, utilizaron los puntos débiles de su récord una y otra vez.

“Fue el debate más agresivo hasta ahora. Hay un punto en que nos debemos dar cuenta que la gente quiere que una persona decente sea Presidente de Estados Unidos y la manera en que Trump se expresa… ha ido demasiado lejos”, aseguró el ex gobernador de Texas Rick Perry a Univision.com, tras el debate.

Perry lidera la lista de políticos republicanos texanos detrás de Cruz, seguido por el actual gobernador Greg Abbott y el vicegobernador Dan Patrick.

Un golpe tras otro en inmigración

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Llegó a este punto luego de múltiples ataques en su contra, donde Rubio, sobre todo, usó su récord para sepultar su imagen.

El debate concentró una parte importante de su tiempo en el tema de inmigración y el voto hispano. El mayor tiempo hasta ahora, en comparación con los encuentros previos.

“En 2011 habló sobre la necesidad de tener un camino a la ciudadanía. En 2012 Donald criticó a Mitt Romney, diciendo que perdió la elección por la auto deportación”, recordó Rubio.

“Lo pueden buscar. Verán que tuvo que pagar un millón de dólares por contratar a trabajadores ilegales en sus proyectos. Lo hizo”, agregó.

El intercambio entre ambos siguió por varios minutos e incluso Trump le dijo: “cállate, tan sólo cállate”.

El representante estatal republicano Jason Villalba, quien ha entregado su apoyo a Rubio aseguró a Univision.com que el senador de Florida tuvo un cambio notable en su estrategia de debate.

“Salió al ataque de Donald Trump, es un poco tarde, no sé cómo afectará específicamente a Texas, pero creo que como resultado le quitará parte del liderazgo de Trump. Esta es una maratón y él puede cambiar la dinámica”, comentó.

Para la analista política republicana Ana Navarro la actuación de Rubio fue un cambio importante en el plan para ganar la elección, sin embargo, insiste en que es difícil lograr más apoyo, si no consigue ganar en ningún estado antes del 15 de marzo.

“Ya veremos si hizo lo suficiente para ganar alguno de los estados del Súper Martes”, dijo. “Me hubiera gustado ver a Marco confrontar a Trump hace semanas”, agregó.

“Esta noche Rubio luchó por la posición número uno, un cambio en tono, esperemos que no sea un día tarde y un dólar menos”, comentó a Univision.com.