Por Ruth de los Santos
El expresidente de Estados Unidos Bill Clinton, estuvo este domingo en la Florida, en busca del voto para su esposa Hillary, quien aspira a suceder a Barack Obama en la Casa Blanca.
El exmandatario goza de una inmensa popularidad, y sus ocho años como comandante en Jefe de la Nación Americana, son considerados por la mayoría de los estadounidenses, como los mejores periodos de los demócratas, por lo que espera convertir esa simpatía en votos que lo regresen a la Casa Blanca, en esta ocasión como el primer caballero al lado de su esposa, que amenaza en convertirse, en la primera mujer, en dirigir los destinos de la primera potencia del mundo.
Esta contienda, la segunda para la exprimera dama, no ha sido fácil, considerando que hacen a penas algo más de seis meses parecía no tener contendiente en su partido, que le hiciera sombra para adquirir la nominación para correr la carrera por la presidencia, cuando de la nada apareció el Senador Bernie Sanders, auto denominándose como un socialista revolucionario, sumado muchos adeptos a su causa.
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En su intervención en el complejo deportivo Betty T. Ferguson, en la ciudad de Miami Gardens, poblada mayormente por ciudadanos de la raza negra e hispana, Bill Clinton se pregunto, de que revolución habla Sanders, cuando no puede mostrar un solo logro como senador, a la vez que aseguro, que su esposa continuaría con la obra de gobierno de Barack Obama, arrancando el aplauso y la ovación de los presentes.
Los estragos de la campaña ya se sienten, al menos en la voz del exjefe de Estado, quien ha debido iniciar su discurso pidiendo disculpas por su ronquera, pero la falta de voz no le impidió identificarse con las madres que han perdido a sus hijos, víctimas de la violencia con armas de fuego, incluyendo a Sybrina Fulton, madre del adolescente Trayvon Martin originario de esta ciudad de Miami Gardens.
Asimismo Clinton ataco duramente a los republicanos, asegurando que la razón por la que no quieren que Hillary, sea la nominada por el Partido demócrata, es porque es la única con la que no podrán, debido al gran trabajo que ha realizado como Senadora, Secretaria de Estado y primera dama de la nación.
La visita a la Florida, del demócrata más popular o el “Peso Pesao” como se le conoce en los corrillos políticos del “Establisment” de ambos partidos, Bill Clinton, se produce justo después de una gran victoria de la campaña de la exSenadora en Carolina del Sur, y dos días antes, del Súper Martes, donde votaran 13 Estados con un total de 800 delegados en juego.
