Por Máximo Caminero
La historia, no es más que el reflejo espejo de nuestros presentes y futuros errores.
Hoy “mas que nunca” miles de Dominicanos (especialmente aquellos que están envueltos en la turbia y lodosa política Dominicana). Están buscando, insistiendo, casi arrodillados porque Guillermo Moreno, presidente de Alianza País, se una a Luis Abinader como una fórmula infalible para derrotar a Danilo Medina y su horda de ladrones.
Decía Martí que “es tan culpable el que comete el crimen como aquel que lo ve….sin hacer nada”. Podemos los aliancistas unirnos a quienes han cometido toda clase de atropellos casi!! O iguales de vergonzosos que los actuales gobernantes, solo para darles a estos una victoria sobre aquellos ?….. Cambiar lo mismo….por lo mismo!!
Cuando Máximo Gómez huyo de Santo Domingo con los invasores Españoles a Cuba, poco tiempo duro en darse cuenta del error que había cometido en su tierra natal. Luchar a favor de los invasores y en contra de su propio pueblo! Años le tomo a los Dominicanos perdonarle su traición y este tuvo que demostrar a base de machete por muchos años también que verdaderamente estaba arrepentido.
El coronel Fernández Domínguez y Francisco Alberto Caamaño deño, fueron hijos de prominentes Generales Trujillistas temidos por el pueblo Dominicano que en un momento dado (después de muchos años de colaborar también con la dictadura) se viraron y se unieron a la lucha justa y siempre deseada de ese pueblo mil veces esclavo.
Recoge la historia docenas de individuos que estando en el lado equivocado han terminado como héroes nacionales. Otros han sido más sensatos y objetivos desde el principio mismo de sus afanes políticos.
El General Gregorio Luperón, uno de nuestros héroes restauradores es quizás la espada más digna y gloriosa de nuestra historia. Quizás el héroe menos reconocido y quien a mi juicio merece ser exaltado (aunque eso de las glorias a mi no me encaje mucho) junto a Duarte, Sánchez y Mella como padre mayor de La República Dominicana.
No solo porque peleo en casi todas las batallas en las que derrotaron a los Españoles de Máximo Gómez sino porque le fue ofrecida la presidencia de la República, no una, ni dos, ni tres…sino cuatro veces y siempre la rechazo tal y como hizo años después Máximo Gómez en Cuba (quizás emulando el ejemplo de Luperón al que quizás “también” admiraba).
Tavarez Justo, Juan Puigsubira, Enríquez Jiménez Moya, Ventura Sinó, son solo unos nombres de muchos más que dieron sus vidas luchando por construir una patria justa y feliz. Cientos! miles y miles!! Los que han dejado su sangre en nuestros campos de batallas y calles de nuestras ciudades desde 1844. Otros han sido asesinados en otras calles del mundo pero da igual si se baña el suelo natal o uno extraño…la causa es la misma.
El Moreno, Orlando Martínez, Narcisazo……Amín Abel Hazbum y hasta el mismo Enriquillo!! Por Dios!! Cuanta gente noble!! Con que cara podemos juzgar este presente ignorando toda nuestra historia? Podríamos pensar que uniéndonos a quienes le han pasado por encima a los ideales de todos estos muertos…cambiaran como lo hizo Gómez, Domínguez o Caamaño? Yo pienso que no, porque no se trata de una conducta de un solo individuo en este caso, sino de todo un conglomerado mafioso que empuja en grupo buscando su propio beneficio.
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No se puede llegar al arrepentimiento en masa porque nuestro pueblo no tiene esa tradición zen de un país Asiático. Nuestro pueblo sabe lo que le conviene y critica a los que están en el poder cuando este no está en el poder, si el Dominicano no se está beneficiando del Estado, se convierte en un férreo opositor de este, en cambio sí lo está….lo defiende con la misma ceguera de los héroes ya mencionados….aunque después se arrepienta. En conclusión, como se arregla esta vaina??
Esta vaina se arregla cuando dejemos de ser tan ridículos y figureros, cuando nos desapeguemos de las posiciones y las fotos y los discursitos pendejos en cualquier parque u ofrenda floral, cuando dejemos de estar entregando o recibiendo pergaminos de reconocimientos sabiendo que no nos lo merecemos ni que somos quien para darlos.
El protagonismo está acabando con el dominicano, somos capaces de expulsar de nuevo a Duarte con tal de que no nos robe fotos, de matar a Caamaño otra vez si viene con vainas de querer quitarnos nuestro puestecito o botella mal habidos.
No somos los hijos de Duarte, ni de Sánchez o mella y menos de Luperón ya que no sabemos ceder nuestro puesto a quien más capacidad y bien le haría a la patria. No sabemos reconocer nuestras debilidades y preferimos hacer el ridículo con tal de salir en la foto.
No señores!! Los aliancista estamos luchando por reivindicar a todo el pueblo Dominicano en su conjunto, de toda la mierda que hemos hecho antes, así como Gómez, o Fernández Domínguez o Caamaño y tantos otros pro- hombres que entendieron el daño cometido para reivindicarse así fuese con su vida. Reparar el pasado es una empresa de hombres nobles, todos hemos cometido atropellos y desatinos en nuestras vidas…pero eso no significa que no podemos tener la tesura para recobrarnos, para sobrepasar con creces los errores.
El pueblo Dominicano no es tonto, pero actúa como si lo fuera y lo peor es que sufre por ello. Si seguimos en este juego, en esta vaina de quítate tu pa ponerme yo en un círculo vicioso de nunca acabar, podríamos acabar hasta con nuestra nacionalidad, porque entre todos estos vicios que tenemos el más peligroso es el de pensarlo mucho y no hacer lo poco, de opinar con brillantes ideas y no mover un dedo para llevarlas a cabo.
Y en ese discurrir aspiramos al más fácil y es ganarse la lotería política para hacerse rico sin joder demasiado.
La raza Inmortal nunca ha muerto, está en todos los Dominicanos, vive y respira en cada uno de ellos….solo tenemos que adecentar la política y trabajar en el bien de todos sin las mezquindades ya mencionadas.
Solo tenemos que comenzar a identificar a nuestros héroes anónimos actuales para que luego no queramos exaltarlos en sus tumbas arrepentidos de haberlos matado. Si seguimos pasando trabajo será por nuestra propia voluntad, por nuestra centenaria incredulidad e inacabable indiferencia!! ….salud!
