“La decisión del tribunal de distrito impide erróneamente estas políticas legales y de sentido común entren en vigor, y el Departamento de Justicia ha indicado que apelará esa decisión”, precisó la Casa Blanca.
El recurso será ahora atendido por la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos en Nueva Orleáns.
Las reacciones al fallo no se hicieron esperar. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) opinó que el dictamen es un grave revés pero el juez Hanen no declaró “inconstitucional” la acción ejecutiva, por lo cual aún puede ser superada su suspensión temporal.
“A pesar de su retórica extrema e inflamatoria, la decisión del tribunal de Texas no se sostiene explícitamente en que DAPA, DACA, o cualquier otro componente de la acción ejecutiva del gobierno federal, es inconstitucional”, dijo Cecilia Wang, directora del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de ACLU.
A través de Twitter, Wang señaló que la acción ejecutiva está intacta y que “este sólo es el primer round”.
En tanto, United We Dream (UWD) dijo que el fallo del juez Hanen es “sólo un bache en el camino” y que la acción ejecutiva “sigue siendo sólida”.
“El fallo del juez Hanen no es permanente, y estamos seguros de que será derogado en un Tribunal Superior”, dijo Cristina Jiménez, directora de UWD.
“Los ataques republicanos, como esta demanda (de 26 estados liderada por Texas) no nos asustan, sólo enfocan nuestra determinación para hacer que estos programas sean aún más exitosos. Los casi 700 mil Dreamers que ya tienen DACA son prueba de que la acción ejecutiva trabaja”, agregó Jiménez.
En su fallo, Hanen asegura que “al haber hallado que al menos un demandante satisface todos los elementos necesarios para mantener la demanda”, concede “un mandato judicial temporal” para suspender la aplicación de las medidas hasta que haya “una resolución final de los méritos de esta causa o una orden ulterior de este tribunal”.
Hanen, quien fue propuesto para el puesto en 2002 por el expresidente George W. Bush, es vista como un indicio de que a la postre podría inclinarse definitivamente a favor de los demandantes y fallar en contra de las medidas ejecutivas.