Este miércoles ocurrió el esperado encuentro: el presidente Barack Obama conoció a Amariyanna “Mari” Copeny, la niña de 8 años que hace unas semanas le escribió para alertarlo sobre la crisis en su natal Flint, Michigan, ocasionada por la contaminación de sus aguas con plomo.
“Soy una de las niñas afectadas por el agua y he estado haciendo todo lo posible para marchar en protesta y hablar en favor de todos los niños que vivimos aquí en Flint”, escribió Copeny en la carta enviada al mandatario. La pequeña le dijo que sabía que seguramente estaría muy ocupado con cosas más importantes, pero que una simple reunión con él o su esposa serviría para subir el ánimo de la gente de su localidad.
Y no solo la vio a ella. Durante su visita, Obama tomó agua de la ciudad —y explicó que si se pasa por un filtro ya es seguro tomarla, aunque hay muchas tuberías que se deben cambiar— se reunió con el gobernador y fue a un banco de alimentos ubicado en el este de Michigan para recibir un resumen de la respuesta al problema de funcionarios federales. También escuchó a un grupo de residentes de la ciudad y ofreció un discurso a unas 1,000 personas en una secundaria.
En Flint, entre 6,000 y 12,000 niños han estado expuestos a agua potable con altos niveles de plomo, los cuales han aumentado de 2,5% en 2013 a 5% en 2015. Esto ha sido causa de diversas enfermedades derivadas del envenenamiento por el metal que, en altas dosis, puede ser mortal.
El pasado 27 de abril, la Casa Blanca divulgó la carta de Obama dirigida a Mari Copeny: “Tienes razón sobre que el presidente está muy ocupado, pero la verdad es que en Estados Unidos no hay nada más importante que los ciudadanos. Estoy muy orgulloso de ti por usar tu voz para hablar en nombre de los niños de Flint”, respondió. En la carta también anunciaba que visitaría Flint el 5 de mayo con el objetivo de asegurarse de que ella y su familia reciban la ayuda que necesitan y merecen.
Loui “Lulu” Brezzell, la madre de Mari, recibió una llamada de la Casa Blanca para informarle que el presidente quería reunirse con Mari, durante su viaje. La pequeña Miss Flint dijo estar muy feliz y adelantó que recibiriría al presidente con un abrazo y le preguntaría si ella puede hacer algo más para ayudar a su comunidad.
El encuentro entre Obama y Mari ocurre dos años después de que comenzaron los problemas en la ciudad. En un esfuerzo por ahorrar dinero, la municipalidad comenzó a tomar su agua del río Flint, en abril del 2014. Los residentes se quejaron del olor y el sabor y empezaron a presentar problemas de salud. Sin embargo, los funcionarios municipales insistieron en que era inocua.
En septiembre de 2015 los médicos reportaron que la sangre de niños contenía altos niveles de plomo y en enero de este año, el presidente Obama declaró un estado de emergencia en la ciudad.
El agua del río Flint no pasó por los tratamientos de depuración necesarios y sus propiedades corrosivas permitieron que se filtraran grandes cantidades de plomo de las viejas cañerías por las que circulaba. Al detectarse la contaminación en los niños de las escuelas de Flint, en octubre de 2015, la ciudad volvió a su antiguo proveedor de agua potable, el sistema de Detroit.La exposición a grandes dosis de plomo puede causar enfermedades en los riñones. En niños es especialmente nociva y puede provocarles problemas de comportamiento y retrasos en el aprendizaje.
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