Por: Cristian Ceballos
Ante el desorden que significaron las recién pasadas elecciones del 15 de mayo, donde las evidencias de frauden han fluido como la verdolaga en temporada de lluvia, a orilla de los ríos.
En República Dominicana urge la celebración de nueva elecciones. La imposición de los Scners, por voluntad unipersonal de Roberto Rosario Presidente de la Junta Central Electoral, erigido en amo y señor todopoderoso de esa institución, en un empeño por satisfacer su ego de personalidad; pero sobre todo el económico, equipos que cuando se investigue los términos de la contratación y compra de los mismos, la justicia dominicana deberá tomar carta en el asunto.
El protocolo sobre el escrutinio del 12 de mayo, dado a conocer por la propia Junta Central Electoral, estableció entre otras cosas lo siguiente; cuando hubiese diferencia entre el los resultados electrónicos y resultados de las actas manuales en los colegios electorales, prevalecería el resultados de las actas, es decir el resultado manual.
De manera extraña y sorpresiva, a las 7:05 de la noche del día de las elecciones, cuando aún se estaban contando votos en los diferentes colegios electorales, vimos en los aparatos de televisión de todo el país, resultados empezados e emitir por la JCE, oh sorpresa !
El fraude fue fríamente concebido, programado, y ejecutado. Se materializó en diferentes modalidades, a saber; entrega de más de una boleta del mismo nivel a militantes, miembros y simpatizante del PLD, compra de votos de manera extravagante, emisión de boletines electrónicos que no coinciden con las actas manuales, caso como el de San Juan de la Maguana, donde la cantidad de votos excede los inscritos en el padrón electoral; lugares donde votó más del 100% de los electorales, entre otras más, cosa realmente imposible.
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Juan Bolívar Díaz, reconocido periodista y comunicador dominicano, maestro de varias generaciones en esa materia, en su libro Anatomía de un Fraude Electoral, escrito como consecuencia del fraude cometido contra del extinto líder del Partido Revolucionario Dominicano Dr. José Francisco Peña Gómez, narra la forma en que fue materializado dicho escamoteo electoral, contra del más grande líder de masas que recuerde la historia de la república.
Han sido frecuentes las denuncias de fraude en esta patria chica, pero lo de ahora, es la gota que derrama la copa, nunca en el conocimiento que tengo observando y participando, inclusive como funcionarios de mesa electoral elecciones en este país, había visto un proceso tan nebuloso y turbio, definitivamente acabamos de presencia no unas elecciones; sino la celebración de un evento que se convirtió en un estercolero nauseabundo, que por donde quiera que se toca vota pus, lo que urge, lo prudente, lo necesario, es la celebración de nuevas elecciones, con ello se pudiese salvar la paz y sosiego que hemos perdido, y el nombre de la república, sumamente lesionado y cuestionado a nivel internacional.
Definitivamente, Danilo Medina ganó de manera lícita las elecciones. El 62%, cifrado en los periódicos, nunca lo alcanzo, fue parte del fraude psicológico y mediático, para justificar las tropelías asqueantes, cometidas para robarse unas elecciones que lucían competidas.
El autor es abogado y periodista
cristianceballos20@yahoo.es
