Por Wilfredo Lewis
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Poniendo en tela de juicio los resultados arrojados de forma manipulada en las pasadas elecciones, queda evidenciada la consolidación en uno de los más grandes liderazgos emergentes de los últimos años, indiscutiblemente recae sobre la figura del Lic. Luis Abinader.
Notamos que venimos de una ruptura partidaria, luego una convención que dejó ciertas inconformidades internas por entes que menospreciaron en ese entonces el potencial del candidato del cambio; se formó el binomio presidencial y algunos quedaron rezagados por desavenencias y/o apetencias de posiciones dirigenciales, candidaturas congresuales, alcaldias y regidurias.
Montado el escenario, la campaña tomó ritmo ascendente e indetenible, el pueblo desbordaba su sentir en busca del cambio, las caravanas, las marchas, convocatorias a actividades y eventos, eran multitudinarios, confirmando así, una real percepción de lo que se manifestaba a diario en la voz del pueblo, el triunfo del PRM y la candidatura del cambio, encabezado por la figura presidencial de Luis Abinader Corona.
Era increible que con apenas un año, un partido y su candidato llegasen al peldaño del triunfo electoral, con todos los medios de comunicación en contra y un gobierno dilapidador y extorsionador de la verdad y despilfarrando el dinero del pueblo para perpetuarse en el poder mediante métodos que creíamos superados, y aún así, les aventajabamos avasayadoramente en electores en total rechazo a la candidatura de la reelección, la verguenza y del deshonor.
La popularidad de la candidatura del cambio ascendió tanto, que el temor generó en los “verdugos” del país, la necesidad del montaje del fraude mas evidente y afrentoso jamás visto en la historia de la politica dominicana, cegando con esto la oportunidad de un cambio justo y saludable para el Estado dominicano, perpetuando así como resultado de esta aberración un presidente ilegítimo encarnado nueva vez en Danilo Medina.
Si notamos los grandes inconvenientes internos y luego externos, que atravezó la candidatura del cambio y que posteriormente de forma deshonesta y descarada le arrebataron la Presidencia de la República Dominicana, vemos que Luis Abinader se consolida como el líder de la oposición, y como el candidato idóneo para competir en las próximas elecciones del 2020.
Es mas fácil seguir ese liderazgo sólido y en continua ascendencia, que quebrantar el partido, con la multiplicidad de aspiraciones que se ven venir, aún siendo un derecho que respetamos, pues comulgamos con la democracia, pero esto conllevaria a devolvernos del camino avanzado, para comenzar de nuevo, agotando nuestras fuerzas, tanto económicas, como la integridad de la institución, dado a las exigencias y negociaciones internas que repercutirán en debilitar el destino politico de nuestro naciente partido PRM.
No practiquemos el pasado reciente malo y ya superado, porque está garantizado que para después de las elecciones del 2020, si no quieremos vivir en la eterna oposición, lo más inteligente es sumarse desde ahora y concluir con la materialización del cambio definitivo “súmate desde ahora” Luis Abinader Presidente 2020.
