Hace años que en México no podía decirse que había muerto un ídolo. Uno de ‘adeveras’, pues. Tanto que no sólo México lo llora, lo llora España, Latinoamérica entera y lo lloran la mayoría de los latinos que residen en otras partes del mundo. Lo lloran las abuelas, pero también lo lloran sus nietos y sus bisnietos. Al menos comparten la tristeza.
Y es que Juan Gabriel marcó a muchas generaciones con su música. Digamos que en tiempos en que la multidimensionalidad de las redes no existían, él, probablemente sin saberlo, tendió una red de intérpretes para sostener su talento a pesar de los grandes prejuicios homófobos de su generación y de su país.
El apunte hoy puede resultar a algunos políticamente incorrecto, pero no es gratuito. En los años en que Juanga iniciaba su carrera de cantante, todos los rasgos que caracterizaron su personalidad jugaban en su contra. Eran los ’70 y el público mexicano recién se libraba de las rancheras y los rancheros que muy machos -si lloraban sus penas- lo hacían entre pistolas y botellas de tequila.
Difícilmente la gente pasaría por alto su amaneramiento, o su timbre agudo cantando sobre la primavera, las flores de mayo y sobre darle los buenos días a la alegría.
Su motor: las mujeres
Su primer éxito surgió gracias al reconocimiento de un público primordialmente femenino, joven y de clase trabajadora. Las razones: sus letras simples y sin mayores pretensiones, apuntaban certeramente a una sensibilidad femenina que se debatía entre la tradición y la ilusión, eran románticas con mala suerte en el amor, eran ingenuas que lo veían guapo y pasaban del enamoramiento fanático a verlo como un hermanito sensible y desvalido. Era 1971 cuando ‘No tengo dinero’ , que hacía de la pobreza un drama romántico digno de telenovela, se convirtió en éxito en México.
Siguió componiendo baladas románticas, y pronto incluyó las baladas rancheras, manteniéndose durante toda esa década en las listas de popularidad, pero sobre todo, prolífico como pocos, componiendo canciones que generoso, repartía entre los mejores intérpretes de sus tiempos. A la fecha se puede decir que infinidad de cantantes y músicos han interpretado las canciones de Juan Gabriel, aunque habría que destacar a un par de sus preferidos.
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Sin duda, su predilección por la española Rocío Dúrcal lo llevó a una de las asociaciones artísticas que más satisfacciones le trajo. ‘La Dúrcal’, que durante un buen tiempo fue su musa según él admitió alguna vez, interpretaba con tal arte y sentimiento sus canciones (y con tal éxito) que para muchos no había nadie mejor que ella para cantarlo.
Ella fue su principal intérprete desde 1977 hasta 1997, pero no por ello Juan Gabriel le negó jamás sus canciones a otros grandes cantantes. Durante el tiempo que duró esta dupla (20 años) esta española fue la embajadora de la música popular mexicana en el mundo, dando siempre el crédito a su compositor y él alcanzó el gusto de un público que en principio no gustaba de él aunque sí de sus canciones.
En medio de todo esto, Juan Gabriel mantuvo su carrera como solista, que fue consolidándose con cada éxito (ya fuera que lo cantara él, Rocío o algún otro grande) que llevaba su firma. Se dió el lujo de hacer unas cuantas películas bastante malas, cierto; y más adelante, cuando ya se le conocía como el ‘Divo de Juárez’, en 1987 tras el éxito internacional de ‘Debo hacerlo ‘, dejó pasar 8 años antes de vover a grabar un disco. Sin embargo, se mantuvo todo ese tiempo haciendo shows cuyas entradas invariablemente se agotaban, presentándose lo mismo en los más grandes estadios, que en pequeños palenques, parques y plazas de toros a lo largo de Estados Unidos y todos los países de habla hispana.
Su música en voz de otros
Gracias a sus intérpretes, de los más variados perfiles musicales, se ha difundido el gusto por Juanga entre diversos grupos sociales y diversas generaciones y hacer una lista, por fútil que parezca (y por incompleta que inevitablemente quede) da una idea de los alcances del apostolado musical que ha regado su palabra y sus canciones por diversos escenarios: José José, Angélica María, Lola Beltrán, Lucía Méndez, Daniela Romo, Ana Gabriel, Isabel Pantoja, Luis Miguel, Alejandro Fernández.
En 2015 fue el año en el que parecía que Juan Gabriel resucitaba para una generación que sólo lo conocía por referencias de otras generaciones. Con la colaboración de los más exitosos músicos del pop actual lanzó ‘Los Dúo’, en el que canta sus grandes éxitos a dueto con Juanes, Marco Antonio Solís, Jessy y Joy, Bisbal, Espinoza Paz y Alejandra Guzmán, entre otros.
Tras ganar el Billboard por ese álbum en abril pasado, anunció su más reciente lanzamiento: ‘Los Dúo 2’, que incluye duetos con músicos que van de Wisin a Belinda, pasando por Marc Anthony, Julión Álvarez, J. Balvin y Carla Morrison (entre otros). Ahí da cuenta nuevamente de la enorme capacidad de Juan Gabriel para tender puentes que hicieran llegar su música a públicos insospechados.
Ha muerto un gigante, el último gran compositor de música mexicana, capaz de hacer llegar su excepcional música a través de un prisma tan vasto y tan complejo de voces, a todos los rincones del gusto popular.
