El Premio Nobel de la Paz en su edición de 2016 fue para el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en reconocimiento a sus esfuerzos por poner fin a más de 50 años de conflicto con la guerrilla de las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC). El jurado valoró sus “decididos esfuerzos” para acabar con una “guerra civil” que ha causado la vida a más de 220,000 personas y seis millones de desplazados.
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Unas horas después del anuncio que hizo el comité del premio, Santos ofreció un mensaje público desde la Casa de Nariño en Bogotá en el que dijo que el premio es de todos los colombianos y que lo recibirá en nombre de las víctimas: “Recibo este conocimiento con gran humildad y como un mandato para seguir trabajando por la paz. A esta causa dedicaré todos mis esfuerzos por el resto de mis días”, afirmó el mandatario.
“Agradezco infinitamente y de todo corazón esta honrosa distinción. La recibo, no a nombre mío, sino a nombre de todos los colombianos, en especial a las millones de víctimas que ha dejado este conflicto que hemos sufrido a lo largo de más de 50 años. Colombianos, este premio es de ustedes”, expresó Santos.
El comité del Nobel dijo en su anuncio que el premio es también “un tributo al pueblo de Colombia que, a pesar de las grandes dificultades y los abusos, no ha perdido la esperanza en una paz justa, a todas las partes que han contribuido al proceso de paz”, señaló la institución.
El premio llega después de que el pasado domingo, los colombianos votaran en un plebiscito ‘no’ a los acuerdos alcanzados entre el Gobierno de Colombia y las FARC, tras cuatro años de negociaciones en La Habana.
” El hecho de que la mayoría de los votantes dijera no al acuerdo de paz no significa necesariamente que el proceso de paz esté muerto. El referéndum no fue un voto por o contra la paz”, insistió el Comité Nobel en su fallo.
Pero la presidenta del comité Nobel, Kaci Kullmann Five, advirtió en rueda de prensa que “existe un peligro real de que el proceso de paz se interrumpa y de que la guerra civil se reanude”, lo que hace “todavía más urgente el respeto del alto el fuego por las partes, encabezadas por el presidente Santos y el jefe de la guerrilla de las FARC Rodrigo Londoño”.
Pese al rechazo al pacto en votación popular, ambas partes se han comprometido a mantener el alto al fuego hasta fin de mes, mientras el presidente Santos ha sostenido reuniones con miembros de la oposición encabezada por el expresidente Álvaro Uribe, para tratar de sacar adelante un acuerdo de paz.
El jurado reconoce que, pese a ese resultado negativo, Santos “ha llevado al sangriento conflicto mucho más cerca de una solución pacífica, y se ha establecido gran parte del trabajo de base para el desarme verificable de las FARC y para un proceso histórico de la fraternidad y reconciliación nacional”.
