“Es curioso cómo algunas personas han comenzado a criticar al senador Ted Cruz al anunciar su decisión de presentarse a la Carrera presidencial”.
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Son las palabras de George González, miembro del conocido grupo Tea Party, uno de los principales apoyos con los que cuenta el senador cubanoamericano que acaba de hacer pública su decisión de luchar por la Casa Blanca. Y no le falta razón, al menos en el mundo de las asociaciones de inmigrantes, donde una gran mayoría ha mostrado su oposición a un representante que se ha caracterizado por una posición poco favorable a sus aspiraciones.
Su apellido pesa de manera considerable: su padre es un inmigrante cubano que huyó de la Cuba de Fulgencio Batista, sin dinero, como recordó el propio Cruz durante su anuncio este lunes en la Universidad Liberty. Este pasado podría asegurarle ese lugar que muchos ansían, la hora del primer presidente latino de los Estados Unidos, como recuerda Rodríguez. Es más, en sus primeros anuncios en español, el representante por Texas hace gala de su origen hispano.
Pero para muchos dentro de la comunidad latina el origen del apellido paterno no es una condición suficiente para ganarse su apoyo: “El único voto latino que va a conseguir es el de él mismo”. Así de irónico se muestra Juan Andrade, presidente del Instituto del liderazgo hispano de los Estados Unidos, para quien queda claro que Cruz “no cuenta con el apoyo de la comunidad latina. Es el candidato del Tea Party y no el de los latinos, de quienes está completamente alejado”.
Este hecho no ha pasado tampoco desapercibido para Gaby Pacheco, una de las principales líderes de los “dreamers”, jóvenes indocumentados que se beneficiaron del programa ejecutivo de Acción Diferida (DACA) de 2012: “Él puede luchar por la Casa Blanca ya que su mama es estadounidense, pero no hay que olvidar que el nació en Canada y su papa es latino”. Gracias a ese crisol identitario, esta activista resalta la “ironía de que un inmigrante canadiensecubano se presente y sea tan antiinmigrante”.
Similar opinión tiene Cristina Jiménez, directora general de United We Dream, otra organización que defiende los derechos de los inmigrantes. La idea de lanzar un anuncio que hace hincapié en sus raíces “no va a engañar a la comunidad [hispana], puesto que ha tenido una actitud extremista y solo ha buscado la deportación y el fin de DACA”, resume Jiménez.
A lo largo de los meses que quedan por delante, el senador va a tener que responder sobre el tema de inmigración –su oposición a la reforma migratoria y DAPA (Acción Diferida para Responsabilidad de los Padres, que Barack Obama anunció en noviembre para los indocumentados cuyos hijos son ciudadanos o residentes permanentes, que demuestren que llevan en el país desde antes del 1 de enero de 2010 y carecen de antecedentes criminales)-, lo que es visto como la coyuntura perfecta para volver a poner el tema migratorio en el centro del debate.
El debate, de nuevo
“Es una oportunidad para volver a hablar de inmigracion”, cree precisamente Pacheco, quien se muestra igualmente “feliz” porque con la decisión de Cruz, “un inmigrante se presenta a esta carrera presidencial y abre así la posibilidad para que lo hagan otros”.
No muestra el mismo optimismo Erika Andiola, codirectora de Dream Action Coalition, quien está “preocupada” de que, pese a su apellido, el senador “no es el latino que esperabamos”.
Sus palabras no dejan duda de la decepción de que precisamente haya sido el senador por Texas el que haya dado el primer paso.
Según cree, pone de manifiesto que el Partido Republicano “desgraciadamente” no ha aprendido la lección de cuando Mitt Romney propuso la autodeportación [y perdió ante Barack Obama la presidencia]”. Ella no ve “nada positivo, puesto que sus acciones, que son extremas, están en contra de la comunidad”.
La directora de Latino Decisions, Silvia Manzano, no deja de observar la jugada “inteligente” de Cruz de haber sido el primero en salir a la palestra y obtener toda la atención mediática, aunque sostiene que el candidato es “controversial dentro de su mismo partido” por las posiciones que ha mantenido en sus menos de tres años en el Senado estadounidense.
En todo caso, ¿puede conseguir la nominación republicana? Sin duda que no se puede adelantar aún el resultado pero “pese a que tiene una base de apoyo, no se puede decir que es suficiente”, sostiene Andiola. Según esta líder, no va a atraer mucho a los hispanos. Incluso es incierto cuál es el apoyo que pueda obtener dentro de su propio partido.
En este sentido, el paso dado por Cruz vuelve a poner el foco también en la situación de equilibrios que vive el Partido Republicano. La decisión del senador, cree Andrade, vuelve a mostrar la división del Partido Republicano, que se haya “fraccionado en varios frentes y Ted es el representante del ala más a la derecha”.
El campo republicano
Precisamente, el Partido Republicano ha mantenido un perfil bajo tras el anuncio. Según varias fuentes consultadas por Univision, que han exigido el anonimato, no van a pronunciarse públicamente sobre el primer candidato en liza por la nominación del partido y muestran todo su respeto por el proceso de primarias. Tan solo se ha lanzado un tuit para darle la bienvenida en la que debe representar una dura batalla por conseguir la Casa Blanca.