Río de Janeiro.- La campaña de Donald Trump se centra estos días en denunciar un supuesto fraude electoral que le impediría ganar las elecciones de Estados Unidos. Pero a miles de kilómetros de distancia, otro de sus hoteles en Río de Janeiro, así como un complejo de cinco rascacielos en la misma ciudad brasileña, están siendo investigados por un presunto fraude relacionado con un escándalo de corrupción.
Las posibles irregularidades en los negocios internacionales del candidato republicano salen a la luz a menos de 15 días de las elecciones presidenciales. Según los procuradores del Ministerio Público Federal en Brasilia, tanto las torres como el hotel de Río, todos de la firma The Trump Organization, podrían verse salpicados por la Operación Greenfield, que investiga desvíos de dinero en los planes de pensiones de las empresas estatales brasileñas.
Los fiscales aseguran que The Trump Organization, el conglomerado empresarial del adversario de Hillary Clinton, fue “favorecido de forma sospechosa” con recursos vinculados a un banco público, la Caixa Econômica Federal. La afirmación se refiere específicamente a los cinco edificios de oficinas conocidos como Trump Towers.
Pese a que llevan anunciados desde finales de 2012, los rascacielos de 150 metros de altura todavía no han sido construidos en la región conocida como ‘Porto Maravilha’, la antigua zona portuaria y actual distrito financiero en el centro de Río. Su inauguración estaba inicialmente prevista para 2018, aunque parece probable que el cronograma acabe sufriendo retrasos.
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Respecto al hotel recién abierto en Barra da Tijuca, en la zona oeste de Río, el Ministerio Público señala que la investigación “puede apuntar elementos para que también se apure” esa inversión posiblemente perjudicial para los fondos públicos.
El edificio, en funcionamiento desde hace pocos meses, está situado frente a la playa y tiene habitaciones a partir de 140 dólares por noche. Varios de sus huéspedes advierten de que sus instalaciones internas aún están inacabadas, según comentarios recientes en sitios web como TripAdvisor.
Las sospechas en torno al magnate neoyorquino en Brasil tienen relación con una investigación más amplia contra Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de los Diputados e impulsor del proceso de impeachment para destituir a Dilma Rousseff.
Detenido la semana pasada por presunta corrupción, Cunha supuestamente recibió sobornos de grandes empresas para financiar campañas electorales a cambio de conseguir contratos de obras públicas. La denuncia contra él y otros políticos brasileños fue admitida este miércoles por un juez de Brasilia y en dicho documento se incluyen las afirmaciones sobre los negocios de Trump en Río.
